Table of Contents Table of Contents
Previous Page  44 / 472 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 44 / 472 Next Page
Page Background

O

HI TOJ\IA

Apeo~

hubo llegado la l'eina

á

Inglatel'ra, cua.ndo manifestó sin re–

bozo el tedio que le inspiraba u nueva patria. Religioo, instituciones,. cos-

tumbres ylenguaje; todo la disgu taba; poco despue. de su consorcio tra–

taba

á

su marido con una pueril iri olencia,

y

Cárlos, en una esplosion de

' mal humor., en ió cierto día al continente alguno de los irvientes que

la habia acompañado. olo el placer de reinar la poqia onsolar,

y

se

on agró

á

él en cuanto no tuvo a que temer al parlamento. Dotada de

un e p!ritu agradable y vivo, no tardó n adquirir obre el jó en

y

mo–

rigerado monarca un ascendiente que l aceptó con una especie de r.eco–

nocimiento, viendo que se creia feliz á su lado. Pero la felicidad de Ja

vida domé Lica, tan cara al alma meditabunda de árlo , no ba taba al

·arácter ligero, inquieto

y

á

pel'o de Enriqueta Maria:

nec~

itaba un

imperio firme

y

acatado, el honor de sabel'lo arreglarlo todo, el poder

en fin tal cual quiere ejercerlo una mujer capricho a. Reunian e alrede–

uor de ella de una parte lo papista , de otra lo ambicio os frívo–

los , los inll'igante , lo jóvenes orte anos que habían ido

á

Parls para

aprender el secreto de complacerla. oo

otro ha ian profe ion de fun–

dar en ella sus e perauza , esto u fortuna, aquellos u triunfo, ó por

lo menos el de su creencia. En su palacio conferenciaban los católico

y

los emisario de Roma obre us ma ecrelas peranza , en tanto que

us favoritos bacian brillar las ideas, las o lumbre las modas de la

órtes del continente. Todo ran

o~

nsa para la crencia

y

la co lumbres

del pal ; cada dia se pensaba en proyectos preten ione que olo podian

ati facer por medios ilegale

abu o de favor. A ociába e la reina

á

stas ifitriga , prometía hacerla fructuo a , lo :rigia del rey, quería

que para honrarla (era su lenguaje)

á

los ojo del pueblo, la consulta e

en todu los asuntos y no practica e nada sin u con 'entimiento. i e

negaba el principe, esclarnaba tran portada que no abia amarla ni rei–

nar,

y

árlo ya no pensaba mas que en di ipar su tri teza ó su encono,

·re éndo e dicho o en verla tan desvelada por su poder ó por su cariño.

Lo mas erv1le qon ejero hubieran tenido

á

mengua no resistir

á

tal capricho. Do tenia Cárlo que no estaban falto de luce ni de inde–

pendencia, y qu

i

bien eran adictos

á

su poder querian no ob tante

desoir los antojo femenile

y

las pretensiooe de lo corte ano .

trafford , abandonando u partido poi· el del rey, no tuvo que sa–

crificar principios mu arraigados, ni hacer obarde traicion

á

u con–

iencia. Ambicio o ardiente , había ido patriota por odio

á

Ducking-

ham ,

P.or

de eo de gloria , para de arrollar con e

plend01~

u talento