1000015121

192 / 472

HJ. TORIA
timienlo del r y, guia con sir Enriqu 'an una corre pondencia conti–
nua, bi n di tanle de prever que.'\ ane la eguia asimi mo con aprobacion
d u partido para in truirse del estado de la órle. Pero ninguno de e -
lo on ejo era recibido ó eficaz.
dura pen habían obtenido lo lore fu giti o que le abriesen Ja
pu rla de xford · el on ejo privado, solemn m nt reunido, babia de–
lil erad obre Ja acogitln. que e le d bia dar, á pP ar de la sabia
repr s ntacione de H:dc re ientementenombrado an ·iller de Ilaci nda
árlo no om;inlió ino en que e le r ibie e p ro on frialdad. En
vano lord Rollan l, legante y hábil orlesano babia logrado ha er e
hien qui lo de la reina · n vano procurat a volv r á u antigua familiari–
dad on 1r , 'ª afectando hablarle al oido ó 'ª de arrollando Lodo 11
¡ restiO"io; en vano aun n la batalla d Newbur peleó bizarram nte o–
rno voluntario fr ciendo u anoT como prenda de ,u.nue\'a fid liclad
nada había podido v n er 1orgullo del re , ni imponer ilen io á lo ru–
mor d la córl · 1jo de ve1; aceptado u ervicio ya no peo aban
lo. lor ma que en u traer e á tanto in abore . Lo, partidario de la
nerra á muerte ran ma e cuchado pero con el mi mo efe to· la mala
tentativa onlra Gloce ter había motivado que lodos en Oxford e Ja im–
j nla en múluam nte.
El con ejo e qu jaba de lo de órd ne" d 1ejército, y este e indig–
naba por llo altamente· 1 principe Roberto á pesar que ni aun en el
campo de batalla recibía órdenc ino d 1re , nvidiaba al general en jefe
sL á u ez murmuraba con lo magnate de la indept1ndencia tor–
peza del principe. El re que re pelaba en u. obrino Ja dignidad d u
· angr , n se lelerminaba á dar la razon á lo úbdito , . sa rifi aba i'.l.
tan ridí ulo orgnllo lo ti ré ho . lo rvicio de su ma úLile amigo .
olo Ilyd e oponia frnnram nle á tale falta lograba alguna ez
a¡ a1Larlc d lla · pero sle on ej ro nec ilaba lambion que la rohm-
Lad del rey lo prol jie e, . a contra lo capricho de la reina, ya contra
la intriga de elosos cort ano : on ervaba, e ierlo u repulacion de
con ejero inOu ente y hombre abiu , pero no ej rcia un verdadero a -
endiente, ni oblenia ning_un importante resultado. La di cordia en una
palabra dominaba lo mi mo n Lóudre qu en Oxford; pero aqui era
mcl. fatal, por uanlo n aqu lla capi al ipitaba el ruovimienlo, aqní
lo p1r !izaba.
. Por este tiempo 1 en medio le ilua ion tan mharazo a upo A.rlo
la nueva alianza do la.E o ia .con 1parlamrnt.o. A1 momento mandó a·1