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DE
L\
l\EVOL CI01 DE l.'GLA'f'El\llA.
·177 ·
y
los pr,r bilerianos.; cooLinuó debatiéndose la ue Lion obl'e quien
u
bia
l'eg'ir la igle ia Lle Cri Lo, reyendo que era forzo o elogil' entre
1
pode1·
ab oluto d l papa
y
la ari tocracia del clero pre biteriano
y
no se cuida–
ron de indagar i todo eran leg'itimos por su origen, cualquiera que fue-
se u forma ó su nombre:
.
Entre tanto un estraordinario movimiento lo agitaba todo, u citando
ada dia prueba
á
la que ningun sistema podía su traer e, por ma qu
el partido dominante probaba en vano sofocar algunos debates. Llamad
el e pfritu humano
á
di cutir nuevos negocios
y
opinione , á desechal'
prnlensiones hasta entonces de conocidas, se iba emancipando, unas ve–
ces para elevar e libremente á ideas mas latas acerca de lo de,linos de
la sociedad,
y
otras para des.cartar e o adamente de toda preocupa ion
de todo freno . Al propio tiempo era casi absolula la libertad práctica en
materia de fé
y
de culto; ningnna juri diccion ninguna aulorillad r pre-
iva había reemplazado la del episcopado ;
y
el parlamento , ocupado on
su enemigo e cuidaba poco de
·1as
prácticas religio a . lguna ez el
celo presbiteriano obtenia de las cámaras algunas terrible declamacione
ontra los nuevos sectario : otras, los temores
y
odio de lo reformado–
re politicos coincidían con los de sus devoto aliado ,
y
cntc;mces se lo–
maban rigoro as medida contra aquellos. n decr
0
to de tinado (dice el
preámbulo) (( á reprimir la calumnias
y
~l
desenfreno de que la religioo
y
el g·obiemo son hace algun tiempo blanco» abolió la libertad de impren–
ta hasta enton es tolerada ,
y
sometió
á
la prévia censura toda la
·1
u–
blicacione . Pero al poder no le es dado contener
á
Jos que le adelantan
en el movimienlo de que él mi mo es arrebatado : al cabo de algunas se–
mana los realistas
y
los episcopales eran los único sobre quiflne ¡e a–
ban tale re tricciones; la nuevas secta salían con bien de lodo, reto–
ñaban en todas partes,
y
a no se hablaba ma que de independiente ,
brownistas, anabaptista , cuáqueros, antimonianos,
y
hombres .de la
qui nta monarquía. la sombra misma de lo pre biteJ'ianos les suscitaba
el e píritu. de reforma enemigo entusiasta , filósofo '
y
libertinos.
Todas las uestione Lomaron desde entonces un nuevo a pecto ,
y
la; ·
fermentacion social mudó de carácter. Hechos poderosos re pelado
habían ha ta entonces contenido
y
dirigido la mente de los reformistas
politicos hasta de los religiosos : para uno , el estado legal de la anti–
gua Inglaterra cual le concebían,
y
para otros la constitucion de Ja igle–
sia de Escocia, Holanda
y
Ginebra, eran cosa que les servían á un tiem–
po de modelo
y
frano ; cualquiera que fuese la audacia de us empre a ,
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