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DE LA REVOLUCION DE INGLATEHRA.
11
Al advenimiento de los Tudor, cuando la alta aristocracia se humilló
á
los piés del trono, los municipios ingleses no se encontraban todavía en
estado de ocupar su puesto en la lucha de la libertad contra el poder; ni
siquiera hubieranosado pretender una parte en el honor del combate. En
el siglo XVI, épocade los mas rápidos progresos de los municipios, se ba–
bia limitado su ambicion
á
hacer confesar
su~
primeros derechos
y
á
con–
quistar
alguna~
garantías incompletas yvacilantes.
I
unca habían soñado
en asociarse
á
la soberanía, ni en intervenir ele un modo permanente
y
decisivo en el gobierno del país : solo á los barones convenia tan alta
pretension.
En el siglo XVI,arruinados los municipios al par que los barones, por
lasguerras civiles, teníannecesidad de órden
y
reposo : la monarquía se lo
proporcionó imperfecto todavía
1
y
sin embargo mas seguro
y
regular que
el que habian disfrutado hasta entonces. Así fue que aceptaron el benefi–
cio con vivo reconocimiento. Separados de sus antiguos jefes, casi solos
en presencia del trono
y
de los barones, sus antiguos aliados, fue sumiso
su lenguaje
y
tímida su conducta, dando
á
entender al monarca que en
adelante el pueblo seria dócil como los magnates.
Pero, en Jngl1terra no era el pueblo, como en el continente, una coa–
licion mal unida ele ciudadanos
y
labradores lentamente emancipados
y
abrumados aun bajo el peso de su antig-ua servidumbre; desde el si–
glo XIV habia formado partede los municipios ingleses unaporcion nume–
rosa de la aristocracia feudal, todos los poseedores de pequeños feudos
demasiado pobres
y
poco influyentes para compal'tir la soberania con los
barone , pero envanecidos con su origen,
y
por largo tiempo poseedores
de iguales derechos. Constituidos en jefes de la nacion, Ja habían robuste–
cido mas de una vez mostrando una osadía de que hubiera sido incapaz Ja
!ase media, obrando por sí sola. Debilitados
y
abatidos con las calami–
dades de la di cardias civiles, no tardaron en recobrar durante Ja paz
u importancia
y
orgullo. Mientras que la alta nobleza se reunía alrede–
dor de la Córte para reparar us pérdidas, recibiendo prestadas grande–
zas tan corruptora comoprecarias,
y
que, sin resti tuirle us antiguas ri–
queza , la iban eparando ma
y
ma del paí ; los simples caballeros, los
terratenientes, la clase media., pensando solo en lo réditos de sus tierra
de u capitale aumentaban su riqueza, u crét.lito, se unian cada dia
ma e trechamente, atraian con su influencia alpuebloentero, ysin boato,
in objeto político, ca i
in
saberlo, se apoderaban en cornun de toda
la fuerzas ociale verdadero manantial del poder.