la Corona, número qne aumentó considera–
blemente en Panamá al organizar 1a expe–
dición que trajo á Túm.bez para la cou–
quista de1 Perú.
Durante los primeros años de la con–
quista era abundante el número de caba–
llos que había
en.elpaís,
y
sn precio fluc–
tuaba al
reied.orde seiscientos pesos; pero
más tarde,
á
consecuencia de las guerras
civiles entre los conquistadores, se dejó
sentir de notable manera su escasez y su
precio se elevó-dice el cronista Herrera
-á
tres mil
y
cuatro mi1 pesos
y
más.
Todo español al · servicio del Rey es–
taba obligado
á
tener
á
sn costa armas
y
capallo,
y
sin
esta expresa condición no se
1es hacía merced alguna, ó más claro, no
se 1es encomendaba ningún repartiiniento
de indios.
El temperamento de la Sierra no pro–
bó bien para la reproducción de la raza ca- .
ballar; pi.1es uno de los fundamentos que
tnvieJ;"Oll lus vecinos de Jauja en
I
534 para
pedii la traslación del pneSlo
á
un lugar
más apropiado en la costa, fué el de que
1as crías se morían.
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