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La Guerra de Quito.
océano
(a),
anduvo hasta ser llegado en la Gran Cana–
ria;
á
donde, despues de haberse proveido de las cosas
necesarias para la mar, entrado en la nave el licenciado
Cepeda, que iba por oidor, salidos de aquella isla, pro–
siguieron su viaje, enderezando al Nombre de Dios,
y
pasaron algunas cosas en él que no tocan
á
nuestra
escritura. Allegó al Nombre de Dios el visorey dos
dias despues de la Pascua de los Reyes del año de mill
y
quinientos é cuarenta é cuatro años,
á
donde estuvo
quince
ó
diez
y
seis dias, los cual s pasados, acompa–
ñado de los que venian con él, se partió
á
la cibdad
~e
Panamá.
En gran manera me congojo en ver que ün varon
tan acabad9 como fué el visorey, fuese
á
meterse en las
manos de varones tan inícuos y perversos; porque ya que
en él
faltó
consejo, y en alguna manera no se hobo con
prudencia en las cosas de la gobernacion, no merec1a
de cuentas de Tierra F irme
y
Perú,
y
su hermano Diego de Leon;
el
li–
cenciado Zárate con su muj er,
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hijos y una hija; el gobernador Rodrigo de·
Contreras y su hijo Hernando de Contreras; doctor Lison de Tejada, oi.dor
de la Audiencia del P erú,
y
su muj er;
el
licenciado Alvarez;
el
licenciado
Gomez de Santillan, oidor de Nueva España; el licenciado Juan Rojel,
oidor de Los Confines; Pedro de Fuentes Manrique, contador de Hondur:lS;
el licenciado Pedro Ramírez; el
licenci~do
Francisco Tello de Sandoval,
Jerónimo de San Martín, contador de Santa Marta; Vasco Godínez, ve–
cino de Jerez; don Gonzalo, cacique del Nuevo Reyno de Granada; el
capitan Diego de Fuenmayor.
El virey no iba not:ido en ninguna de las 49
rn;ws,
aunque en una de
ellas se apuntaron algunos criados suyos, con su hermano Francisco Ve:
lázquez de Vela Núñez (Col. Muñoz,
t.
83,
f. o
114).
(a) <Twuo alguna tormenta en el golfo que Llaman de las Yeguas,
y
pa–
. ·
sido el uaufragio
(Borrado en el original).