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Prólogo.
IV.
Dadas las condiciones de nuestra BIBLIOTECA, no hay
para qU'é decir que su publicacion sería punto ménos
que imposible, si no contaran los encargados de soste–
nerla con la facilidad de recoger sus materiales en las
públicas
y
particulares de esta córte, y corr el favor y
~ondescendencia
de
quien~s
.las dirigen
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poseen; sin
embargo, en algunas y de algunos de sus dueños
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jefes., yo, por mi parte, he merecido tan
~enévola
aco-
gida, que me considero en el deber de reconocerlo
y
de consignar aquí mi gratitud de una vez para
siempre.
Mencionaré en primer término la Biblioteca parti–
cular de S. M. De ella proceden la mayor parte de los
manuscritos que han de ver y están viendo la luz ep. la
nuestra, y en ella he podido copiarlos
y
estudiarlos,
tiempos atrás, merced á extraordinarias deferencias del
señor don Manuel Carnicero, hoy, , gracias
á
la buena _
amistad del señor don Manuel Reman Zarco del Valle,
ilustrado y dignísimo jefe de esta Real dependencia.