XCVI
Prólogo.
. Quito tan pizarrista como realista · fué con .Blasco Nú-
,ñez, le .requirió y ·amonestó que se
estuvi~~e · en
Cali es–
perando la
v~.nida
del juez
y
le dejase.poseer la
tierr~
desde ·cartago hasta Ant.ioqu'ía. En fin.' tales violeRcias
y .
desacier°t?S cometió, que al c·abo él mismo _vino
á
CO–
p.qcer la.sinrazon de su c;onducta, pues ·aunque acele–
rado
y
ambicioso, era noble y leal;
y
a~rep~ntido,
bus,có
manera de avenirse con el adelantado, llegando
.á
pro~
ponerle, como
pren~a
de
al~anza,
el matrimonio
~e
dos
hjjos mestizos de Belialcázar con dos
·nobl~s
doncellas
parientas de su mujer, doña María Carbajal
(a);
sin
~es
cuidar
por
eso la vigilante guarda de su persona ni.los ·
aprestos de
~uerra,
por si fracasaban las negociaci:ones.
Cieza, que
aco~pañó
á
Rob~edo
en todas aquellas
ina~
!andanzas, .nos .dice que el mariscal "mandó que los
principales amigos suy<?s durmiesen en su casa,
~
don–
.d.e estaban
~as .
armas que
ha~ia,
y
para peltrecharse de
más me · mandó
á
mí que fues ; con t¿da priesa
á
la
ciudad
tle
Cartago
á
buscar las que. hobiese ''
(b).
Pero
el
arrepenti~iento
llegó
·á
deshor.a. y . las muestras de·
él
á
par te donde holgaron siempre la generosidad
y
la
blandura; ántes, el irihumap.o conquistador de Quito,
..
(a)
Era hija de Juan Carbajal, ·
~aballe~o
principal de Ubeda
y
señor -
de
la casa de Jódar.
(b).
L A GuERRA DE 'Q u1TO,
cap. CXCII.
.
..