XCI
p,
ólo
o.
afligido 'Blasco Núñez
y
hasta quiso servirle con su
persona.
Cieza'
~vo
intencion de acompañar
á
Belalcázar
y
todavía se dispuso á dlo; ..
ma~
como recibíes por
aquel entónces cartas de Robledo, anunciándole que
volvía de España nombrado mariscal de ntioquía,
y
encargándole que le proveyese de algunas cosas que
habia de
meneste~
tan
l~égo
como llegase á Popayan,
pues 11 gaba con mujer y con casa
y
con la obligacion
de honrarse conforme á su nuevo rango
y
estado; pos–
poniendo
~ieza
el servicio del Rey al de su antiguo
capitan y buen amigo (aún no había ·escrito las nota
.
.
.
bles frases que
~an ~opiada~
en la página ·xxxv de est
prólogo), encaminóse
á
Cali en la
cree~cia
de que Ro-
bledo aportaría por la Buena Ventura. No
fué
así;
el
mariscal dejó mujer
y'
casa en la Española
y
vino á des–
embarcar. él solo á Nombre de
Dio~,
dopde info1:mado ·
de que Panamá se )1.allaba en poder dé los pizarristas,
dió la vuefta á Cartagena; sabido lo cual por S:ieza, re–
gresó á Cartago con
el
fin de salirle al encuentro.-
sto fué por dici mbre de
1545
.-Mientras tanto don
Sebastian d Belalcázar
y
su teniente Juan Cabrera iban
á
la
jornada que termin en
~l
camp de Iñaquito, con
la ínuert del obstinado Blasco úñez y los mejores de
sus partidariÓs.
Re titufas , uizá el mari cal Robledo á su pr -
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