de la E.xhortacion
á
la Pirtut!.
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un poco mas adelante, parecc: r-
t;U...:ucan
los !Jeligros de ella.
les que ven el Juez que los
e
t1
esperando.
Pues entre tantos
ob-
jetos
y
causas de temor
i
qué ha–
rá o
1
z
adónde
i~n ~
Dice mas: que se
les conver–
tirá en tinieblas la luz en el dia
claro. Quiere
decir,
que las co–
sas
que les solian dar an_tes
ma–
yor alegria ,
entonces
les darán
mayordolor.Alegrecosa es par.1
el que vive, la vista de sus hijo-,
y
de sus amigos, y
de
su casa
y
hacienda,
y
de
todo lo que am
1.
Mas
entonces
se convertirá esta
luz en ti nieblas; porque todas
estas cmasdarán
allí
mJ.yor
tor·
mento ,
y
serán
mas
crueles ver–
dugos de sus amadores. Porque
natural cosa es que asi como la
posesion
y
presedcía de lo que
~
ama ,
da
alegria , asi el a par–
tamiento
y
la
pérdida
del dolor.
Y por esto quitan i'1o dulces hi–
jos de
la presencia
del
padre que
se está muriendo ,
y
se esconde
Ja
buena muger
en
este
tiempo,
por no dar
y
tornar
tan
crueles
dolores con su presencia. Y con
ser la partida para tan lejos,
y
L1 despedida
para
tan
largo
ca- ·
mino, nó dexa guardar
el
dolor
los
términos
de la buena Cl'ianza,
ni
da
lugar
al
que
se parce,
para
d~cir
á
los amigos, quedaos
á
Dios.
Si
tu
has
llegado
á
este pun ·
to , en todo esto verás que digo
verdad:
mas si
ªllª
no has
llega–
do
á
él, cree
á
los que por aqui
han pasado :
pues
(como dice el
Sábio) (a) los que
navegan
la mar,
s.
u.
Y
Si tales son las cosas que
pasan antes dela sal ida,iqúé
serán las
que
pasartn
de · pues de
ella
1
Si tal es la víspera
y
la vi–
gi lia,
i
qué
tal
será la
fiesta
y
el
diJ
~
Porque lu go
des
pues
de
Ja
muerte
s.
sigue
la
cuenta
y
la
tela de aquel juicio divino: el
qual
qua.ato
sea
pu a
temer, no
lo ha'> de
preguntar
á
los hom–
bres dd
m1.rndo ;
los quales
a~i
como
moran
ea
Egypto , que
quiere
decir
tiniebl as,
asi viven
en intolerables
error..:'.s
y
cegue–
dades; sino
pr~gú
ntalo
á
los
San–
tos, que moran
en
la tierra de
J..
sé (donde re plandece siempre
la
luz de la verdad ·) (h)
y
esos te
dirán, no solo por pal abras, si–
no por
obra~,
q·uanto sea esta
cuenca pa ra
tem~r.
Porque Sauto
era David ;
y
con todo
esto
era
tan grande el temor que
knia.
de esta cuenca, que hacfa .ora–
cion
á
D•os,
dicieo<io (
c).: No
entres
1
Señor , en juicio con tu
siervo,
porque no
~erá ju~tifica
do
ante
ti niaguno
de los
vivi:!n–
tes.
Y
santo
era tambien
An~nio;
el qual estaado · ya pa ra
mo1
ir,
cercado
de sus di
cf
pulos ,
co–
menzó
á
temer este trance
d~
tal
manera, que los discípu:os en–
tendiendo su temor •
le dix .;> ron:
Padre,
f.
y
tú
agora
ternes~
A
105 _
quales respondió el santo varan:
Hijos, no es nuevo en mi este
G
te, ..
(a)
Eccl.
41· (b)
EJtod.
19.
(c)
Ps.
142.