,
de Ja Exhortacion á la /7irtud.
/
45
s.
l.
ella se excusa. Estos son los dos
principales remos
de
e ta nave–
gAcion ,
y
las dos principales es·
puelas con que se anda este ca-
comenzando
pues
por la
pri-
rnino.
Po
a qual
causa
el bien-
mera, que es la muerte: es.-
_
aventurado S. Francisco
en
su re-
ta es tanto mas poderosa para
gla,
y
N. ·P. Santo Domingo en movernos, quanto
e5
mas cierta,
la suya, ambos con un mesmo mas quotidiana
y
móls
fa1piliar.
espíritu
y
con unas mesmas
pa·
Mayormente si consideramos
el
labras mandan á sus
Predicado-
juicio
particular
que en ella ha
res que no prediquen mas que de haber de
nuestra
vida, el qual
vicios
y
virtudes, pena
y
gloria: no se
ha
de alterar en
el
univer-
lo uno para enseñarnos
á
bien sal; porque
lo
que entonct:s fue–
vivir,
y
lo otro para inclinarnos
re de nosotros , eso será para
al
deseo de bien
vivir.
Sentencia siempre. Mas quan
estrecho haya
es otrosi comun
de
Filósofos (a), de ser
t'Ste
juicio,
y
la
cututa
que
que
las dos
ptsas.con
que
se mue-
en
él
se ha •Je
pedir ,
no
quiero
ve
ordenadamente
el
relox
de
la
yo
que lo
creas
á
mi,
Ú liO
á
una
vida humana , son
~astigo
y
ga-
historia que S. Juan Clímaco (e)
lardon. Porque es
tan
grande
(como testigo <Je vista)
rdiert'.,
nuestra miseria,
que nadie
quie-
que
~in
duda
es una
ce
las
mas
re
lll
vi;tud
desnuda-.
si o
vien ,
ternero. as que
yo
he
leido.
Es-
ó
a pre miada
con castigo.,
ó
acom-
cribe
pues él que en un cierco
pañada con prov,eeh.o. Y porque Monastetio de
w
tiempo babia
ningun castigo
ai
galardon
pne-
un Mooge
descuidado
en su vida;
de .ser mayor que pena
y
gloria
el
qual
ltegandoá punto de
mu1...r–
para siempre, por
eso
tratarémos
te ,
fue
arrebatado
eo espíriln
~qui
de
estas
dos
cosas :
~
las
por
un
~raude
espacio ;
donde
quales.
añadirémos
otras dos que vió el rig0r
y
seveddad
~span
preceden
á
estas ,
<JU!:
son
la
tosa de
e5te
particular juicio. Y
1auerte
y
el
juicio universal: como despues por
especial
dis–
porqoe cada cosa de estas bien pensacion
de
Dios alcanzase es–
con
siderada sirve
mucho
para
pacjo
de
peniceocia rogó
á
todo~
amar la vinud
y
aborrece11 el vi·
los Monges, que pres
·ntes
esla~
cio, segun aquello dt.:l Sábio, que bamos, que1 nos salies1:mos de
.m
di~e (~1:
Acllérdate
dt! tús pos- ,
c~lda
,:
y
ct!rra11do
él la puerta
á
tr1menas,
y
nuuca jamás peca-
ptt:dra
y
lodo, quedóse dentro
rás. Por las quales postrimerías hasta el
día
que
i11urió, C]lle
fue
entiende estas quatro que
aqui
por espacio de doce años ,
sin
sa–
habemos nombrado , .di;!
QUe
al
lir jamás de alli , ni hablar pa–
presente para nuestro propó!iito
labra
á
nadie, ni comer otra co-
nos
conviene
tratar.
sa
todo
aquel' tiempo sino so1o
'
.
pan
(a)
Ci~.1.
definibusbonorum&
mali;rum.
(b)Ef.
7.(c::)C.6.a ifin.
;