de la
Exhortacion
á
la Pirtud.
-+7
suele venir al tiempo que los
y
la
len~u11
no acierta ya
á
ha–
hombres
est~n
mas seguros
y
mas cer su oficio :
y
finalmente coa
dormidos. Antes dela muerte pre- la prisa de
la
partida todos
los
cede la enfermedad grave que la miembros
y
sentidos se comieñ–
ba
de cau ar , con todos los ac· zan á turbar. De esta manera vie–
cidentes, dolores, hastíos, tris· ne el hombre
á
pagar en la salida
tezas, medicinas, molestias
y
no·
de la vida
las
angustias
agea
as
ches largas que alli nos hao de con que entró
en
ella , padecien–
fatigar:
lo
qual todo es camino do los dolores attiempo del salir,
y
dL
posicion para morir. Porque que su madre padeció .al tiempo
asi como antes de entrarse por del parir.
Y
asi concuerda muy
fuerza un castillo, sut!le preceder bien la entrada con la salida,pues
una
recia batería , que atormeo- la una
y
la otra es con dolores;
ta ,
y
finalmente derriba los mu.. aunque
la
una con los agenos,
y
ros por tierra,
y
tras de esto es la otra con los propios.
luego entrado
y
conquistado ; asi
Aqui pues se representa luego
suele preceder
á
la
mtierte una el agonía de la muerre,
el
tér–
grandísima enfermedad :
la
qual mino de la vida , el horror de
la
de tal manera bate noche
y
dia, sepultura, la sutrte del cuerpo,
sin parar, las
fu
rzas naturnles,
q~e
vendrá
á
ser manjar de gu.
y
Jos .miembFos pdnoip
es de
sanos,
y
mucho mas la del áni–
nue!-tro cuerpo, que
el
ánima no ma, que entonces está dentro dd
pud iéndose ya mas defender ni cuerpo ,
y
de ahí á dos horas no
· conservar en ellos,
los
desampa· s·abes donde esrará. Aquí pues te
ra ,
y
se va.
parecerá que estás ya preseute
en
Pues
ya
la enfermedad pasa mas el juicio de Dios,
y
<]Ue todos tus
adelante,
ó
el
médico
ó
ella
oos
pecados te están acusando
y
po–
desengañan y qtiitan la esperan- niendo demanda delante de
él,
za de la vida ,
¡
quáles suelen ser Aqui verás abiertamen'te quan
entonces las aHgustias que alli
~randes
males eran los que tu tan
nos aprietan! POr<]Ue alli ruego se fácilmente camelias,
y
maldeci·
representa la salida de esta vida,
rás
muchas veces el día ·en que
y
el apartamiento de todas las pecaste,
y
el dele
y
te que te
hizo
cosas que amábamos en ella, hi- pecar. •Aqui
po
acabarás de ma–
jos , muger , amigos , parientes; ravillarte
de
.ti mesmo , viendo
hacienda, honra , títulos
y
ofi- como por cosas tan livianas (qua–
cios, que se acaoan con
la
mes- les .eran las que. desordenada–
~ª
vid ,1. Despues de lo _qual se f!lente ama·bas) fe pusiste en pe·
siguen los postreros - accH.lentes,
hgro
de padecer dolores tan
gran~
que
íntervi~nea
en la mesma des como allí comenzarás á sen–
muerte; qu t> son aun mayores
qu«
tir
~
porque como los
de~eytes
l~s
pasados.
Porque luego se mue sean ya pasados,
y
el
juicio .de
ren los
pi~s,
afi!anse
las
narice¡, ellos comience
ya
á
parecer;
lo
que