guna ha
y
que con mayor acuerdo se -deba tratar, nin–
guna 'sobre que mas tiempo convenga velar, que es
sobre la eleccion
de
vida que debemos seguir.
Porque
si en este punto se acierta , .
todo
lo demás es acer–
tado ;
y
por el contrario , si
se
yerra ,
q
uasi
todo
le
demás
irá errado.
De manera , que todos
l~s
otros
acerta1nientos
y
yerros
son
particulares ;
mas este·solo
es general ,
que los comprehende todos. .
S1.
no, dime:
¿qué se puede bien edificar sobre mal cimiento? ¿qué
aprovechan todos los otros buenos sucesos
y
acerta–
mientos,
si la
vida va desconcertada?
¿y
qué pueden
dañar todas la adversidades
y
yerros, si
la
.vida es
bien regida?
¿Qué áprovecha al ho1nbre ( dice el
Salvador )
que
sea señor del
inundo,
si ,despues viene
á
perderse ,
ó
á
padecer detrimento en sí mismo? De
manera , que del:iaxo
ael
cielo no se puede tratar ne:
gocio mayor que
és~e
, .
ni
mas propio
del -hombre,
n~
en
que
mas
le
vaya; pues aqui no va hacienda
ni
hónra ,
sino
la vida
del
aln1a,
y
la
gloria
perdura–
ble. No
leas pues
esto
d~ ·
corri~
(como·
sueles otras
cosa.s ,
·pasando
muchas
hojas ,
y
deseando ver el fin
de
l~
escritura) , _sino asiéntate
cGmo juez
en el tribunal
de tu corazon ,
y
oye callando
y
con
sosi~go
estas
~a
labras•.
No
es .
este
negocio .
de prisa,
sino
de
espacio,
pues
en
él.
se trata del gobierno de
toda
la
vida ,
Y
de. lo que despues de ella1depende.
Mira·
quán
cernidos
qmeres-que
vayan
los negocios
del
inundo ,. pues
no
te
contentas
en
ellos
con
una
sola sentencia, sino quieres
que
·haya
vista
y
revista·
-de
muchas . salas
y
jueces,
_por·