,
21
tem.
Doctrinas que nn podia hallar en Relvecio, Voln·ey,
Me~
cicr
y
ese enj;imbre de insectos que ha acometido al cuerpo .
santo de la Iglesia. Milagro fué de la Misericordia salvarme
del abismo á que me habian conducido.
M1 <lolor se me aumenta en mis torpes claúsulas sobre el
nuevo testamento.
¡,Pude'{ Si-porque el Redentor, queria ma-·
nifestar hasta donde llega su piedad perdonandome.
8anto de.
Jos santos ¡como mis impuros lábios se abrieron contra
ti?
No
cesaré de cantar tus bondades.
Si quieres castigarme con el
infierno, fórmame un .infierno donrle te ame
y
bendiga lapa..
ciencia con que me sufristes.
(11)
CAPITULO
a.~
'l'RADICION,
EN
cuanto
á
la autoridad de los evanjelios
y
libros del
Nuev<> Testamento
concebí que . no era preciso detenerme.
E s menester,
ó
nu ser cristiano,
ó
re~petarlos.
En esto se
hall an convenidos catolicos
y
prl)testantcs, En cuanto
a
la
.. t radicion, cre<J,
1
ue
o se11án
m~I
admitidas algunas palabras.
N • escribn para
1
1s sábios, á quienes estas materias son
fa–
mil iares.
Instruyo
á
las personas, que comienzan la carrera
del foro o del altar.
SAN Pa lo
á
quien tenemns por el gran maestro, en .
s11
carta 2a.
á
los Thesalonicenses [
t]
les previene, que manten–
gan las tradiciones, que recibieron de palabra,
ó
por escrito.
}\fas clasico se muest1'a en la segunda
á
Thimoteo (%) don–
de le encarga la ' fé
y
la cai·idad en
J.
C.; ese precioso
clE>–
pósito del Espíritu Santo, transmitiéndolo
y
confiandolo
á
hom–
bres fieles, capaces de enseñar
á
otros, lo que le habia oido.
delante de muchos testigos. De palabra se
n~cibió
y
se man–
tuvo el dogma y· la moral en muc.hos pueblos, que no supie–
r on lee r, ni escribir, como lo testifica San lreneo. [..] Ellos
s
hicieron muy agradables
a
Dins por sus sentimientos de
justicia
y
castidad; resplandeciendo en ellos las principales vil'–
tudes cristianas. Basta la tradicion, dice Tertuliano, en su
Ji-
[11]
Volveré
á
tratar de esa nota en el titulo de herejia.
[ t ]
Cap.
3
v.
14.
[ t]
Cap.
2
v.
2.
[..]
L ib
3.
o
cap.
4;•