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15

N>rrto el

mundo?

iSe

reirian de

la

remuneraclon, cantnda

por

los poetas

de

los pmneros siglos? Ue cuanto creemos y con-:

fosamos l6s católic•>s, se advierten rasgos, masó menos espre–

sos en edades remotas, en naciones muy distantes

é

incomu–

nicadas.

CuANTO

se ha<'e bajo los auspicios de la .Divinidad, escJa·

maba Xenofrinte, es segnido siempre de un dichoso suceso:

exis–

tencia

y

providencia de Dios.

Sócrates estaba persuadido, que

Jos Dinses veian todas nuestras acciones, escuchaban nuestros

discursos, penetraban hasta lo mas p·rofundo de nuestros se–

cret is pensamiP-ntos:

inmens1dad

de

Dios.

Platon, el Home–

r_o

de los fiJOsofcis, asegura, que con el auxilio del Ser Supre·

mo,

nada es dificil. ¿Qué mas dijeron S. Pablo

y

S.

Agus•

tin sobre gracia? "Todo lo puedo en aquel,

'}UC

me sostie...

ne".

(!)

'

VUELVO

á

Sócrates; d11cia

á

los .Atenienses: os honro

y

amo, pero obedeceré mas bien á Dios, que á vosotros:

[?]

luego reconocía ley11s dadas por Dios, E ste mártir de la uni–

dad, concluye

eJ

discurso, que prer,e,de á su muerte por la

pintura del est

dt~

d la lma, q11e ale e es a vtda;

probada

lo

remuneracion.

S

d s ri ciones

aun~11e

mitolójicas, tiene!\

rnu r:ha s1:mej:rnza con a be llezas d

l

A ocalipsis. Plat11n su

discípulo, referi

qu

abia visto pasar

á

un Aumeniense

en los inhern s

o sonJJ s las penas etdnas ínvenciones nues-

~~

.

PERO me dilato importunamente: bendigamos á Dios los

elejirlos. Veneremos los misterios

y

sec.ret•is del Ser incom–

prensible.•

[§]

Si mur.hos pueblos tuvieron un rayo de la re·

vclacion, nosotros gozamos de un torrente de luz. Los que

.nacieron en .el seno de la Iglesia Católica, estan obligados

á

un inmenso reconocimiento

y

sujetos

á

inmensa r11sponsnbili–

da,d. De otro modof r.omo podría decir el profeta rey "la

ley de Dios es su· voluntad; en su ley meditare noche

y

dia.

(.,-r)

Nadie medita, en lo ·que no conoce ni sabe". "Estarán estas

-palabra~

en tu corazon, meditarás en ellas sentado en tu ca–

sa,

y

andando en el camino".

(*)

-----·----------

[!]

Ad Pltil.

4. o .

¡

1]

AA..

Apost. cap.

4.

v.

19,

§]

S. Agustin.

"íl]

S(j,lmo

l.

o u.

2.

'l!'J

Deuter. cap.

6

v.