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Pero bien examinado el asunto, la mayor renta se en–
cuentra de otro modo c0n mayores ventajas para el pais.
Destinándose el salitre para abono de la tierra, es evi–
dente que miéntrns mas barato sea, se le empleará en ma–
yor ·caintidad. Para nuestro raciocinio, supongamos que el
coosi1uno solo llegue al doble con un precio bajo, aunque
.sea por su naturaleza indefinido.
Supongamos que el impuesto de 80 centavos permita el
.c:onsl!lmo de diez, i que uno de 40 provoque un consumo de
20,
el resultado del impuesto, seria el mismo, pero el resul–
tado final mui distinto.
Lo demostraremos.
El producir cada quintal de salitre, en donde es mas ba–
rato, en Tarapacá, requiere el consumo de
60
centavos en
artículos de nuestra agricultura o minería, i de
60
centavos
en artículos importados. Esos 120 centavos son aumento
de riqueza para el pais, pueiS son producidos en artículos
de alimento o carbon, o en trabajo. El consumo de los
60
centavos importados produce un 25 por ciento de derecho
a las aduanas, independientemente del consumo que pueden
determinar los otros 60 centavos, cuya produccion provoca
la ,
labo.racion de cada quintal de salitre.
Ademas, ese salitre, vendido en ·Europa en 3.50, vuelve
.a
Chile en mercaderías que pagan 25 a 30 por ciento de
derechos de internacion, no solo sobre la cantidad primiti–
va, sino sobre la utilidad del importador, suponiendo que
el flete, seguro i comisiones se deduzcan de ella.
Con estos antecedentes, calculemos el resultado que nos
dai"ia la prod'uccion de los seis millones que, mas o ménos,
pueden consumirse a un precio de 14 chelines, si el del
guano se limita a 12.6 i si el cambio no sube de 40 a 42
peniques, pues si llegase a 46 o
In.
par, ni aun con el guano
· a 12.6 podria producirse.