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.
,,duce
á
la paz ele . la Iglesia,
digo esa Divina Providencia.
;,para que reco!lociendo todos. que me ha puesto en ocasion
,esta madre comun eu la tier-
de ofrecerle el grande sacrificio
,ra,
que no 1mede olvida1· los
que me cuesta esta censura.
,,que ha parido, glorifiquemos Yo bendigo esa adorable
P~o,,nnánimes y á una voz,
á
Dios, _videncia,
qm~
tiene en sus ma•
,,Padre
rle
N.
S.
J.
C., convida
nos las riendas de los Estados,
,,y
exhorta por las entrañas
y
y
que por golpes tan terribles
,misericordia del mismo Dios
como imprevistos, ha colocado
,,y
Señor nuestro,
á
todos los
á
la cabeza de este- Gobierno,
,qne no son de nuestra comu-
un Gefe religioso, que penetra–
,nion
á
la reconciliacion
y
Cf!n-
do de reconocimiento á esa
,cordia.....
y
á
que abracen la misma Prm·idencia, ha creido
,caridad, qnAes el dnculo de
que no podía corresponder me
,.la perfeccion,
·y
presenten
1;e-
jor á sl!ls intenciones, que po
,,hozando en sus corazones la
niendo sus ojos en
U. S.
I.
pa·
,paz de
J.
C., á la que han si-
ra exaltarle á la Cátedra del
,,do llamados como miembros
grande Santo Toribio. Yo ben–
,de un mismo cuerpo. Oyendo
digo esa Divina Providencia,
-
,,pues esta voz, no de hombres,
que despues de
las grandes
,sin<;> drl Espíritu Santo,
no
muestras que ha dado en el
,.en_durezcan su cm·azon, sino
curso de véinte arws de un amor
,rzbandonando sus opiniones
y
ele predileccion
a
la Iglesia del
.,no adulandose
á
sí misrnos,
des-
Perú ,
escud~mdola
eú medio
,pierten
y
se conviertan con
del desenfreno de todas las pa-
1,tan piadosa
y
saludable re-
siones,
y
de los
ataqu~s
de to–
·,conveucion de su madre, pues
da suerte de enemigos, hoy lle–
,asi como el Santo
c ~:mcilio
les na sus votos, poniéndola á
la
,,convida . con todos los obse-
sombra de
U. S.
lllma.
,,qnios de la caridad, con los
Reciba, pues, con benignidad–
,,mismos les recibídt en sus
este mal digerido escrito, que
,,brazos.''
no tiene otro mérito sino
mi
Yo
esp~ro
qne el Señor dará
pronta
y
cordial obcdieucia, con
su bendicion
á
~stas
sagradas
la que soy,
y
seré siempre su
palabras que él mismo ha que-
humilde siervo
en nuestro Se–
rido que se escriban.
Yq
ben-
ñor Jesucristo •
.;En la Celda de la Congregacion del Oratorio de Lima,
día
·2~
de Febrero,
en el que la Iglesia celebra la Cátedra de S. Ped1·o:
.a110
de 1840.
Dios guarde
á
U. S.
Illma.
JOSÉ hlATEO AGUILAR.