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CAPÍTULO XVIli

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cualquiera cossa que digan en estas materias, porque pre–

tenden engañar don la verdad.

nY

porque pueda dar cuidado a V. A. la multitud de

los negocios civiles que ay,

y

yran viniendo,

y

el tiempo

que en su despacho se gasta, en daño de las causas de la

fee, porque habiamos señalado los lúnes y 1nártes para

ellos; clespues, como decimos en esta misma relacion, nos

pareció ahorrar estos dias

y

trabajar en todos indistinta–

mente lo que queda de luz desde las tres horas de la tar-

. de hasta las oraciones; con que habíamos vencido lo que

habia re<;agardo, ·y yremos de hoy mas con el favor de Dios

dando despacho, .sin faltar en cossa al

nego~io

principal,

a toda esta máquina, que es la mayor que se ha visto en

Tribunal eclesiástico y seglar, porque con cada uno que

se prende se heredan cien pleitos.

"Francisco de Vergara, mercader, natural de Estella de

Navarra, cassado con hija de Diego de Ovalle, entró preso

a los qujnce deste mismo mes, con secresto de bienes; es–

taba dias avia votado en consulta,

y

por causas se había

dilatado la execucion.

11

V. A. se ha de servir de perdonar las faltas desta na–

rracion, que como se ha hecho a

tro~os

se ha atendido mas

a. la verdad que al aseo, mas tal qual demuestra la gran

misericordia de Dios en habernos dado su luz para que

de un principio tan pequeño ayamos llegado a la grande–

~a

que vemos; siendo assí, que todavía estamos en los

primeros umbrales de la complicidad, en que hasta hoy

que se cierra el pliego, son treinta los confitentes, que

aunque muchos dellos están diminutos, con el tiempo

yrán descubriendo cómpliyes, que por nuestros pecados

son tantos, que ponen

grima~

y algunos de los que n1énos

se pensaba en esta ciudad, y supuesto qúe ha comenyado

a discurrir por las de otras provincias, en que hay tantos

desta nacion infame, hay obra cortada para mucho tiein–

po:. supplicamos a V.

A.

admita nuestros buenos desseos,

cierto de que en su serviyio no habrá difficultad que nos

acobarde,

y

que por venyerla en honrra y ·gloria de Dios

y

su fee santísima pondremos la ·vida, siendo menester.

11El Virey Conde de Chinchon acude a todo quanto se le

pide en estas materias con tanto affecto

y

tan zeloso mi-