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LA INQUISICION DE LIMA
. 11Fuimos de consulta los tres ynquisidores
y
el ordina–
rio, doctor don Juan de Cabrera,
y
los oidores, licenciados
don Alonso Perez de Sala9ar, electo presidente de Guada–
lajara, don Martin de
Arriola~
don Andres de Villela,
y
Andres de Barona Encinillas, fiscal de lo civil, todos con–
sultores ;. los quales todos, despues de haber platicado en
la materia largamente, con singular affeto
y
celo (en que
nos dan exemplo), fueron de parecer que se prosiga ani–
mossamente cossa tan sancta, en que consiste la restaura–
cien
y
conservacion destos reinos, en lo espiritual
y
tem–
poral, sin attender a gastos, para que se debían vender
aun los cálices, pues se conocía visiblemente la poderossa
mano de Dios en los felices subcessos que cada se veían,
desde que se comen9ó el descubrimiento desta parte in–
.fernal, en su santo servicio;
y
digeron se tornasse toda la
ysla y se edificasse lo necessario en ella, y serian los
primeros en cargar los materiales, lo qual se debía hacer
mejor que quando un enemigo poderosso enviste ino–
pinadamente, donde todos indistintamente conducen la
fagina, para su reparo y defensa;
y
que era precisso recluir
a todos aquellos de quien se temia fuga o ocultacion de
bienes, en cuia comparacion no avia peligro en que estu–
viessen juntos algunos, dejándolo todo a nuestra disposi–
ci0n, en que hasta agora avian visto tan grandes aciertos.
11Esteban Diaz, avia testificado por Luis de Lima, un
Santiago del Castillo, y por decirse que era montañez,
aunque la testificacion eta grande y muy circunstanciada,
no se avía resuelto su
prisio~
en otra consulta, quedando
en iguales
votos~
y
en ésta por habérsele arrünado otro
cómplice, que contestó con el prirnero, se mandó prender
luego, ántes de salir della, porque la misma tarde imbió a
firmar la licencia para Castilla.
11 Santiago. del Castillo, mercader, entró presso en las
cárceles secretas, con secresto de bienes, halláronsele qua–
renta y
qu~tro
barras y diez mill pesos en pesos, y algu–
na plata labrada, que todo se puso en la cámara del secreto;
hasta agora solo le piden quatro mill pesos, y él declara
deberlos: es la hacienda mas saneada que se ha secrestado.
11
Alonso Sanchez Chaparro, mercader, adn1inistrador
del almojarifazgo, por el comercio, fué presso en las cárce-