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que sí,
y
que se debia hacer en todo casso, excepto el in–
quisidor Andres Joan Gaitan, que fué de parecer se guar–
dasse la instruccion a la letra: nombróse, por defensor
~1a
nuel de Monte Alegre, con que vamos dando despacho
con alguna satisfaccion, porque lo demas fuera un caos,
una confusion invencible.
11Señaláronse para el despacho civil, hines
y
juéves,
y
despues de las tres horas de las tardes, todos los días gas–
tamos en vista de los autos lo que ay de luz hasta la. no–
che, con que damos despacho a la mayor máquina que se
ha visto, desseando dar satisfaccion a las partes, sin faltar
al 1ninisterio principal de los negocios de la fee;
y
para
poderlo hacer con ménos detrimento de las causas de la
fee, occupamos todos los dias sin reservar ninguno, lo que
resta del dia desde la.s tres horas de la tarde hasta la no–
che,
y
emos ido pagando
y
pagamos con fian<;a deposita–
ria muchas deudas, porque de otra suerte, se destruia el
comercio,
y
recibía daño )rreparable la República por tan–
tos modos fatigada.
4
"Manuel G·onzalez, portugues, entró preso con secresto
de bienes en
22
de mar9o de este año.
"Manuel Alvarez, portugues, fué preso en las cárceles
secretas, en
31
de ma.r<;o del dichó año; éste tenia tienda
en el eallejon,
y
luego que vió las prisiones que se hacían,
cargó la ropa que en ella tenia
y
se huió;
y
en la provin–
cia de Guailas, sesenta leguas
y
mas de aquí, aviendo
entendido que un passajero llebaba pliego desde Santo
Officio, para su Comissario della, le procuró haber a las
manos con ruegos
y
plata, y no lo pudiendo conseguir,
dejó la ropa que llebaba en algunas cargas a un soldado,
que la recibió por memoria, y el se fué huiendo,
y
el sol–
dado hi<;o propio luego con avisso de lo que passaba:
mandósele inventariasse la ropa, ant.e el Comissario que
estaba en otro lugar allí cerca, y la trajesse, o remit.iesse
a esta Inquisicion,
y
con el misn1o mensajero se despachó
mandamiento contra el Manuel Albarez: la ropa vino,
y
4. ((Con la ocasion de las haciendas que se han embargado, declara–
ba la Audiencia, ha quedado tan enflaquecido el comercio que apénas
pueden llevar las cargas ordinarias».
Carta
de 18 de mayo de 1636.