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LA INQUISICION DE LIMA

el asunto. Contra Pedro de Chaves procedieron los

al~aldes

de corte en Lima hasta condenarlo a vergüenza pública, a

cuatro años de galeras i a que se le clavase una tnano en

el rollo, pero, por ser criado de Ulloa, reclamó el fuero de

la Inquisicion, i en el acto se inhibió a la justicia real, se

escomulgó al secretario de la causa, se le negó al fiscal en

lo civil la copia que del proceso solicitaba, i al ofendido

no le quedó mas recurso que presentarse esponiendo que

perdonaba al delineuente i que ya nada peclia contra

él.

A

este respecto, llegó a tanto el atrevimiento inquisito–

rial que estando una vez Francisco Oñez de Loyola, el

mismo que fué mas tarde gobernador de Chile, ahorcando

en Potosí a un m.ulato porque no se queria confesar, dice

el documento que venimos citando, un mero familiar,

Juan de Arratia, se presentó a reclamar al reo i en el acto

hubo de entregársele.

Lo mas curioso de todo esto era que cuando alguien se

permitia decir que no se atrevia a pedir justicia contra al–

guno por ser dependiente del Tribunal, con1o le aconteció

a:Pedro Calvo que deseaba acusar a Baltasar de la Cruz, fa–

miliar, que le amenazaba con el Santo Oficio, sin mas que

ésto, se le formaba proceso, escapando sien1pre, por cierto,

bastante mal.

Si los que de esta manera se veian amparados i favore–

cidos se hubiesen siquiera limitado al uso lejítimo del ar–

ma poderosa que el rei les confiaba, habria parecido ésta

mas tolerable; pero iban trascurridos apénas tres años a

que Cerezuela desplegaba su omnipotencia en el Perú,

cuando la Audiencia de Lima se veía obligada a ocurrir al

soberano denunciándole los abusos inquisitoriales.

"Con los Inquisidores, espresaba aquel alto cuerpo, se

padece mucho trabajo por estender su jurisdiccion mucho

mas de lo que deben y pueden, por que no solo a las per–

sonas que ·vuestra }Lfa.gestacl 'da exencion para el conoci–

miento de sus causas, pero a sus criados e hijos la estien–

den y proceden con demasiado rigor, no siendo cosas to–

cantes a la fé: a Vuestra Magestacl se suplicó lo mandase

remediar, y se respondió a los alcaldes y al Virey se había

enviado la órden que se habia de tep_er, la qual nunca ha

enviado,

y

como el oficio es de suyo tan bueno

y

es razon