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LA

I~QtTISIClON

DE LIMA

tante pretesto para sostener que la comision del visitador

babia terminado, poniéndose, en consecuencia, en camino

para Lima, adonde en el acto de llegar recusó a su juez,

, amenazándole con matarle · de un balazo, i pidiendo al

misrno tiempo al Virei que no impartiese auxilio alguno

de la fuerza pública si contra él llegase a pedirse. Sobre–

vino entónces; segun refiere el mismo Calderon, nla fuer–

za del empeño de dichos padres de la Compañía, quienes

para allanar la voluntad de dicho Virey, le franquearon

algunos regalos de valor, de que resultó volver easaca y

escribirme que a él no le tocaba mas que dar el auxilio

que se le ordenaba, y que yo recurriera a España, como

si estuviera en la otra cuadra, y deja11do desairado mi re–

curso, me obligó a salir dentro

~e

diez horas, sin .preven–

cion ni auxilio alguno. n

26

Arenaza escribía, por su parte, ·a un hermano suyo que

estaba en la Peninsula, que Calderon habia intentado

comprarlo, i como no lo hubiese conseguido, habia ocurri–

do al sistema de amenazas, ncon que no ha de lograr rea–

lizar su ánimo, porque restoy resuelto, afirmaba, a dejarme

primero freír vivo en una sarten en lo público ele la plaza

mayor." ¡!-lasta este punto

habi.an

llegado las anim.osida–

des de los que en un tiempo habian sido amigos i hasta

compañeros de

col~jio!

Lo cierto era que Arenaza, en el interes de ganar tiempo

para continuar sus granjerías,

ya

con las dilatorias que el ·

residenciado había 'opuesto, habiendo llegado hasta re-

\ cusarle, o ya con el pretesto de no recibir respuesta de

España a. sus notas, la visita adelantaba bien poco. En el

Consejo, ante el cual seguía jestionando activamente el

apoderado de Ca1deron, se acordó, al fin, adoptar nueva

resolucion, disponiendo en ·abril de

1747,

que los inquisi–

dores suspensos fuesen repuestos en el acto en sus an terio–

res destinos, alzándoseles el embargo de sus bienes i pa–

gándoseles los sueldos de que permanecían insolutos; que

·el visitador cesase enteramente en su comision por lo tocante

a sus colegas, continuando solo su cometido en cuanto a

los demas ministros

i

asuntos del Tribunal; i, por fin, que

26.

Carta citada

de

6

de enero de

174e.

(

. í