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LA INQUISICION DE LIMA

lo que solo le valió que le pusiesen un par de grillos; sien–

do al fin, despues de cinco meses, absuelto de la instancia por

cuanto los testigos no estuvieron medianamente acordes

en sus dichos.

Juan Caballero Coronel, vecino de Lima, soldado, cris–

tiano viejo, de edad de cincuenta años, que se denunció

de que cuando perdía en el juego se daba de golpes con–

tra las mesas i paredes, profiriendo palabras ofensivas a

Dios i sus santos, dando puñadas a las imájenes e invocan–

do a veces al demonio por los campos.

Juan de·Landa, labrador, de Conchucos, se denunció de

haber solicitádo igualmente al demonio, firmándole cédu–

la en que se obligaba a darle el alma dentro de veinte años,

a condicion de que le diese tesoros i fortuna.

Manuel Jerónimo de Segura, lego de la Merced, proce–

sado en Santiago de Chile.

Felipe de Figueroa, . natural de Borgoña, de treinta i

cuatro años, que se hallaba establecido en Cajamarca como

maestro de escuela, denunciado como hereje protestante,

sostuvo que era católico i que de niño había servido de mo–

naguillo en la parroquia de su pueblo: lo que no le valió pa–

ra ser condenado a salir en forma de penitente i ser deste–

rrado a Chile por dos años.

Tomas de la Puente Bearne, mozo de pulpería, oriundo

de la Navarra francesa, fué denunciado de haber pre–

guntado qué cuando moría Dios, de que el Papa no podía

echar un alma .al cielo i de otras espresiones, que dijo en

su descargo las había proferido desesperado con las bur–

las que le hacían los negros de su oficio. Habría el reo

escapado probablemente del tormento si no hubiese tenido

la poca

di~crecion

de decir una vez al alcaide que los in–

quisidores eran unos ladrones que procesaban a las jentes

para quitarles su dinero; pero estas palabras le valieron

algunas vueltas de mancuerda, que saliese con sambenito

de media aspa, destierro a Valdivia por tres años

i

perdi–

Iniento de bienes.

María Josefa de la Encarnacion, cuarterona, vecina de

Lima, doncella, de mas de cincuenta años, fué testificada

por tres confesadas de un mismo sacerdote de que la reo

habia tenido ciertas revelaciones, reducidas segun ella