CAPÍTULO XXI
215
Hé aquí ahóra la relacion de los procesos de que el Tri–
bunal ha.bia conocido.
En
18
de enero de
1696
fueron penitenciados Bernardo
Galba.n, Santiago Perez, Melchor Gallardo, Juan García
Velez, Domingo Lopez i Manuel de Berrocal, por políga–
mos: José B.amirez
i
Andres de Bracamonte por testigos
falsos; Juan Salvador
i
Juan Pradier, por blasfemias he–
reticales.
Petrona de Saavedra, mulata, natural de Guancavelica,
vendedora de leña, de ·mas de cuarenta años, que invoca–
ba al "ilustrisimo Luzbel, príncipe de las tinieblas," pi–
diéndole que le sacase de sus empeños con muchas pala–
bras deshonetas, llamando juntamente a Santa Marta,
Santa María Magdalena i Santiago, i encargando a las
mujeres que la iban a consultar que rezasen durante el
acto, treinta i tres padrenuestros i otras tantas avemarías.
A otras aconsejaba que en lugar de caricias i halagos, se
pasasen la mano .... i despues por el rostro i que así los
hombres las querrian.
Puesta en el tormento, "a la primera vuelta dió muchos
gritos, pidiendo nlisericordia
y
confesó en parte lo que de
ella se pretendía,
y
estando pendiente del cincho
y
carga–
da la primera vuelta, dando grandes gritos, instantánea...
mente, ni hizo mas movimiento que bajar
la
cabeza
y
do–
blar el cuerpo, de calidad que porque no se ahogase,
mandó el Inquisidor
y
Ordinario al verdugo que le levan–
tasen la cabeza
y
la quitasen, reconviniendo la poca des–
treza del verdugo
y
el manifiesto riesgo de que se ahogase,
.y
habiéndolo hecho así el verdugo, estuvo por gran rato
tes
!
estafas. La Iriquisicion que tuvo noticias del caso, reclamó el es–
pediente, que despues de varios trámites, solo mereció ver en copia, i en
el CD,.al los calificadores manifestaron que habiendo sido aquella mate–
ria del Santo Oficio, los oidores estaban escomulgados. El Obispo, por
su parte, se quejó algnn tiempo mas tarde de uno de ellos, Tomas Her–
nandez, por desacato a su autoridad,
i
de otro, Cristóbal Cevallos, por
haber hecho publicar como milagrosa cm na que quiso llamar imágen de
Nuestra Señora de la Empanada, por unos borrones que parecía la for·
ruaban en un papel en que envolvió una de las que hizo para ce1ebracion
de sus años, en profano convite de numeroso concurso, propasándose a
calificarla
y
publicarla por milagrosa, daba culto púbHco con soleni.nidad
de misa, sermon, festivos repiqueS.)) etc.
Carta de
15
de octubre de
1712.