Previous Page  208 / 524 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 208 / 524 Next Page
Page Background

200

LA INQUISICION DE LIMA

cientos estudiantes,

y

los dias de fiesta concurrieron cien

estudiantes a caballo en la plaza, en que había quarenta

príncipes estrangeros, doscientos piqueros

y

doscientos

mosqueteros, concurriendo a ver la escaramuza de rljez

y

doce leguas en contorno,

y

aunque el cardenal tenia pre–

venido renta de Ílnprentar, 1nolinos de papel, con el pri–

vilegio de que no se pudiese fabricar en otra ciudad, se

descompuso todo, y la. abacHa con la muerte del Cardenal,

y

éste perdió guarenta mil duca.dos gue allí habia gasta–

do su patrin1onio, que vendió,

y

lo que habia ganado en sus

dichas peregrinaciones. Pasó a Valencia., ciudad clel Delfina–

do, y allí se graduó de doctor, y en el puerto de Marsella se

emba.rcó con unos.n1ercaderes franceses

y

fueron a Alexan

dría de Egipto, que despues de su ruina tendrá quatro mil

vecinos

y

la posee el turco; a dos leguas desemboca el Nilo

en el mar, con doscientos passos de ancho; a.llí se emba.rcó

y

subió el rio cien leguas arriba hasta al gran Ca.iro, que

tiene qua.renta mil valles, quarenta mil templos, quatro

millones de almas, hablan arábigo, casi todos mahon1eta–

nos, armenios, judíos

y

griegos,

y

otras naciones; vivió

tres años en casa del cónsul de Francia, diciéndole missa.;

bajó a Alejandría con unos mercaderes arménicos, griegos

y

franceses,

y

allí por el

~iar

mediterráneo, por el puerto

de Jope,

y

de allí por tierra catorce leguas a J eruzalen,

lugar como Córdova de España, cabeza de reyno, con su

rey; vivió con unos mercaderes franceses cristianos, dijo

misa en el sepulcro, en una capüla del santo, en la Iglesia

de la- Resurreccion, que es mayor que la de San Pedro en

Roma, allí estuvo un mes,

y

curó al baxa Mehemet, que

despues le embió a curar a un hermano suyo baxá de

Damasco, distante treinta leguas; en rnedio está el J ar–

dan, tan ancho como el Guadalquivir debajo de Córdo–

va,

y

se bañó en él seis dias, dos veces en c.ada uno,

y

el agua por lo suave

y

delgada obró ··con él un prodigio

de enderezarle un dedo manco,

y

no le hubieran pernliticlo

bañarse si no fuera por el genícero que llevaba, porque

los que concurren del lVIogor

Per~ia

y otras partes se ba–

ñan una sola vez en el año, pagando un grande tributo

al baxa;

y

estuvo quarenta dias en Damasco, ciudad co1no

Madrid,

y

a una joruada, baxó al puerto de

Ca.yde,

y

se