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LA INQUISICION DE LIMA
es que renieguen;
y
canlinando como doscientas leguas,
entró en Babilonia, ciudad como Sevilla, que la quitó el
turco al persiano habrá quarenta años, con lo que perte–
necía a Babilonia, donde están los rios Eufrátes
y
el Ti–
gris, que se navegan con barcos
y
van al seno pérsico, y
entró en Yspan, corte del persiano, dos veces maior que
Madrid, mahometano cismático; despues pasó al mayor
ymperio, tan grande como el del turco, donde cae el rio
Gaugues, es poderoso, que arma un millon de hombres,
era gentil y ahora la mitad del reyno se ha hecho maho–
metano,
y
el ernperador mayor tiene guerras con el per–
siano
y
el tártaro,
y
con otros príncipes que le confinan
por el mar del oriente, que habitan en las provincias de
Cochinchina, gentiles que adoran al sol;
y
pasó a la ysla
de Goa, ocupada de los portugueses, y allí dijo missa, y
la habia dicho en Yspan
y
otras provincias, en donde ha–
bía cónsules de Francia: allí dijo a los padres el secreto
del vomitorio
y
se embarcó para las Indias Orientales,
y
entró en las tierras del príncipe de Ceilan y Proruco, Su–
matra
y
otras: estas islas, que son mas de dos mil, con su
príncipe y su gobierno, cada una,
y
juntas son maiores que
la Europa,
y
algunas están ocupadas de ingleses, olande–
ses y portugueses,
y
aquellas naciones son de color loro,
ágiles como monos, cobardes, cercanos a la China y des–
pues a Filipinas, y entró en el puerto Canton, frontero
de la China, que adoran al cielo, sin entrar dentro, porque
no le dejaran salir, y allí conversó cou muchos portugue–
ses y otras naciones y médicos de la China, de donde sa–
len muchos estudiantes ntédicos a curar a las dichas is–
las
y
se vuelven quando quieren, y allí se juntó con dos
padres carmelitas, que con unos mercaderes, por tierra,
iban a Europa, y fueron atravesando toda la Cochinchina,
n1as de mil leguas, y luego la Arn1enia cirquesia, de dife–
rentes príncipes christianos cismáticos, costeando el mar
Muerto, muy profundo, sin olas, con cien leguas de diá–
metro, llegaron a Lepo, ciudad co1no Sevilla, reyno de
Turquía; entró en el puerto de Alexandría
y
se en1barcó
para Marsella, de Francia, ga·stando en ver las dichas tie–
rras cerca de diez años; llegó a París como de hedad de
treinta
y
cinco años,
y
traya treinta mil pesos que había