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LA INQUISICION DE LIMA
aquellos solo estaban secuestrados, que sobre su propie–
dad se habia presentado un sinnúmero de pleitos, i por
fin, que habiendo resultado muchas personas inocentes de
aquellas que en un principió fueron reducidas a prision
i
sus bienes confiscados,
~e
habian visto en la necesidad de
devolverlos.
1
Posteriormente, el Rei, con acuerdo del Inquisidor
J
eneral, resolvió en
6
de marzo de
1643,
que el doctor
Martín Real, del consejo ele Inquisicion, fuese a visitar
11la hacienda
y
ministros
y
todo lo tocante
y
pertenecien–
te al real fisco de ella,
y
vea
y
reconozca todos los secres–
tos hechos a los reos," inve:r{tario de su bienes, pleitos
y
demandas que a ellos
y
eon cada uno de ellos se hubiesen
seguido ......
y
los prosiga y fenezca
y
acabe los que no
lo estuvieren,
y
vea, visite y reconozca los que estuvie–
ren fenecidos.11 I aunque se nombró notario que acompa–
ñase al visitador
y
se practicaron otras dilijencias prévias
a su comision, no aparece si ésta se llevó a cabo, o siquie–
ra si se inició.
La situacion pe[;uniaria del Tribunal, no podía, sin
en1bargo, ser mas brillante. Sin contar con ]o embargado
a los portugueses, resultaba que desde
4
de mayo de
1630,
hasta fines de agosto de
1634,
esto es, en poco n1as de
cuatro años, hab1an entrado en sus arcas cuarenta i un
mil docientos setenta i ocho pesos, distribuidos en esta
forma: mil cuatrocientos cuarenta i nueve pesos percibi–
dos de penas i condenaciones, cuatro mil noventa i nueve,
de donaciones, i treinta i cinco mil ochocientos veinte
i
nueve procedidos de quebrantamientos de escrituras ele
juego.
2
l.
Cttrta
de 15 de mayo de 1638. Puede tenerse una idea aproxima·
da de lo que debieron importar las confiscaciones, pues no encontra–
mos datos precisos sobre este part.ioular en los documentos que hemos
tenido a la vista, con solo señalar el dato que apuntan los I nquisiclores
en la carta que citamos, de que a cinco de los presos, Pedro de Soria,
Anclres Muñoz, Francisco Sotelo, Antonio de los Santos
i
J orje Dávila
se les devolvieron
m~s
de ciento setenta i cuntro mil pesos. Alguien
denunció mas tarde al Virei que los bienes confiscados en esta ocasion
pasaban de un millon. Véase el capitulo final de esta obra.
2.
Jlfemoria de la plata que .se ha cobrado, etc.,
firmaJa por Juan de
MoutealegrP.. No se incluye en el total de la suma referida, lo que ha·