92
LA INQUISICION .DE LIMA
diessen entender los Inquisidores que él se avja uydo;
pero que el mismo alcayde le avia abierto las puertas
y
sacádole a la c.alle, y dándole seys reales para que com–
prase pan y se fuesse, temerosso de que no declarasse en
el Tribunal muchas cossas que savia contra el alcayde,
y
en particular, que trataba carnalmente con una muger
moya y de buena tra9a, questaba pressa en las mismas
cár9eles secretas, y que la llevaba a dormir con él a su
cassa, y desto ay otro testigo que depone de vista, en
rrazon del trato carnal con la dicha muger. Otro pressG,
de of:ficio sastre, le hacia trabajar en su cár9el todas las
obras de la gente de su cassa,
y
para ello le metia en su
cár9el, n1essa
y
tijeras, y otras cossas ne9essarias.
"El secreto de las cár9eles, prisiones
y
diligeneias de tor–
mento, y otras, nunca le guardava, ántes lo comunicaba
con muchas perssonas, de manera que la ·prission de Ma–
nuel Bauptista Perez, que fué de las mas ymportantes de
las que se an echo, declara un testigo que quin9e dias án–
tes que se y9iesse, savia que se avia de ha9er, porque
quando avia consulta, se ponía el alcayde agachado, ansí
lo di9e el testigo, junto a una bentana del Tribunal que
sale al callejon de las cár9eles, donde, subiéndose encima
de un bufete, podia oyr sin que le viesen lo que se trata–
ba en la consulta, lo qual decia despues a sus confidentes.
11Con muchos de los que oy están pressos, a tenido án–
tes de estallo, contrata9iones, y metídolos en :fi.an9as que
ellos·, ya por ten1or, ya por tenelle grato, ni rreusaban de
ha9er en cantidades considerables.
"Tenia en su cassa, de mucho tiempo a esta parte, te–
lares, donde se labraban lamas de oro y plata
y
diferentes
tegidos de sedas
y
passa1nanerías, y tiraba oro para
l~s
passamanos, y ésto con mucha gente,
y
todos venían a ser
savidores de lo que passava en
l~s
cár9eles, por tener ]a
. cassa del alcayde puertas a ellas, 9erca del obraje de los
telares, y aunque diverssas ve9es se le amonestó no los
tubiesse, si los rretiraba por tiempo, luego bolvia a ellos,
y era con tanto excesso, que poco ántes que se le manda–
sse rret1rar a su chácara, y que no acudiesse al officio de
alcayde, ubo muchas demandas
y
quejas de perssonas
of:fi.ciales de la rrepública, quejándose dél, de que atrabe-