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LA INQUISICION DE LIMA
por ser gente nueva y aún no bien instruida en las cosas
de nuestra santa fé
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Mas tarde, con todo, los indios die–
ron bastante que hacer a la.Inquisicion, por las supersticio–
nes que infundían a la jente de baja
e~Jera,
haciéndoles
creer en las maravillas que era capaz de producir en los
hechizos la coca, cuyo uso desde aquel entónces el Vi–
reí Toledo babia tratado qe desarraigar. I tanto Cere–
zuela como Arrieta, a poco de llegar, denunciaban el he–
cho de que especialmente en la provincia de Guamanga
algunos indios bautizados, públicair!ente enseñaban a otros
uque lo que les predica:n los sacerdotes cristianos., de
las cosas de nuestra santa fé católica es falso y que no
puede ser verdad, y que Ilan1en a los sacerdotes cris–
tianos, que ellos les haran conocer que es falso lo q
u~
les
enseñan.
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Arrieta añade que aun se azotaba a los indios
que daban señales de creyentes, por lo cual aconsejó al
Inquisidor que, apartándose de sus instrucciones, proce–
diese desde luego a encausados, aduciéndole que en Sevi–
lla babia visto a muchos esclavos moros, que dogmatiza–
ban a otros·esclavos cristianos, que por pervertidores de
los fieles cristianos los prendían i castigaban, ny he visto
quemar algunos, termina, no obstante que son n1oros y
no baptizados." Cerezuela, apesar de eso, solo se limitó a
consultar el caso al Consejo.
Con todo, bien pronto habían de hallar materia para
entrar de lleno en el ejercicio de sus funciones.
30.
Oarta
de
24
de enero de
15.72.
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