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LA INQUISICION DE LIMA
su ceptro o pértiga en la mano derecha, . puesto el cuento
de ella en el pié sobre el estribo, y tras ellos iban los dos
secretarios del Cabildo de la Iglesia, Cristóbal de Villa–
nueva,
y
Luis de Rivera, ambos clérigos.
"Luego tras los cabildos, por los lados, comenzaba la
guarda de a pié del Virrey, los. cuaJes iban destocados, y
en medio de ellos el teniente de la guardª'.
;,Luego iban los dos reyes· darmas del Virrey, con sus
mazas sobre los hombros; tras ellos iba el fiscal del Santo
Oficio con el estandarte de la ·fe,
iba en una buena mula,
y
son1brero de clérigo sobre la cabeza,
y
a sus lados, que
llevaban las borlas del estandarte, don Geról1imo de Sil–
va, caballero del hábito de Santiago, que iba a la mano
derecha,
y
don Rafael Gimenez Or.tiz, caballero del hábito
de San J oan, corregidor de Potosí por su Magestad. Los
cuales an1bos iban muy lueidos
y
galanes en buenos ca–
ballos.
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Luego seguian don Francisco Megía de Sandoval, ca–
pitan de la guarda del v'irrey, con el baston, y a .su lado
Domingo de -Ga.rro, alguaGil mayor de la .Real Audiencia,
por don Pedro de Córdoba Mcxía, propietario; iba el capi–
tan de la guarda a su mano derecha,
y
llevaban en medio
al fiscal del Rey, licenciado Cristóbal Cacho de Santillana.
uLuego
seg~uian
los alcaldes de corte, doctores Luis
Merlo de la Fuente, y J ua.n de Canseco, a quien seguian
los demas alcaldes de corte, y oidores, todos de dos en dos,
por su antigüedad, y tras la Audiencia, un poco desviados,
iban los señores
Inquisidore~
con sus son1 breros puestos
sobre los bonetes,
y
llevaban al Virrey en 1nedio, el qual
iba muy ga1an con capa guarnecida, cuero y calza negra
de obra,
y
bota blanca, y gorra sin plumas, y en la lazada
de la toquilla uua medalla de un rico .diainante, e iba en
un hermoso caballo, grande, alazan, el mesmo
~ue
llevó
el conde de Monte Rey en el auto ántes, la guárda de a
pié por los lados,
y
muchos pages descaperuzados, y de–
tras iban el mayordomo n1ayor capitan Jara, el crballerizo
mayor don
J
oseph de Castilla Altamirano, los secretarios
y
otros criados y gentiles hombres de su Excelencia
y
de
la cámara,
y
los criados pages de los señores Inquisido–
res.-Luego se siguió como por retaguardia la
compañ~~.