CAPÍTeLO XV
347
Hasta último de marzo de
1610
se fallaron las causas
de los reos siguientes:
.
Por disputar de los estados, Francisco Salguero, natu–
ral de Potosí; por blasfemo i testigo falso, l\1artin de Ma:..
riaca, sin oficio; por casado dos veces .Juan J\!Iozambique,
negro, Mateo Ilernandez, portugues, alabardero del Virei;
Nuño Alvarez Cahral, de Evora; Domingo Moreira,cante–
ro, portugues; i Alonso Ximenez Cerrato, españoL
JVIanuel de Fonseca, cirujano, de casta i jeneracion de
judíos, preso en Cartajena, por denuncio de un colega que
le acusaba de saber todos los salmos de David, en roman–
ce i de n1emoria, i que en cierto pueblo de Italia, oyendo
cantar, habia entrado en una sinagoga, i por fin, que es–
tando en la cárcel se entretenía en copiar un libro de su
oficio que le habían prestado, n1énos los sábados, en que
se paseaba, haciéndose como que rezaba, sin llevar rosario
en las manos, abjuró
de levi
i
fué desterrado.
Hasta igu-al fecha del año
611,
solo fueron penitencia–
dos Lorenzo Gutierrez, por · bígan1o, frai Diego Flores,
franciscano, limeño, quien se acusó de varias solicitacio–
nes en confesionario,
i
Manuel Ramos, sospechoso de ju–
dío, portugues, cristiano nuevo, que habia sido relajado
en estatua en el auto de
1605,
i que despues de vencer el
tormeJ?.to, fué absuelto.
No fué tampoco de mas labor el año siguiente para los
jueces, -pues en él solo condenaron a Domingo Jorje, por–
tugues: Juan Ortiz Cabezas, maestro de escuela en Potosí,
Pedro Bastante, carpintero,
i
Diego de Soto Silíceo, espa–
ñol, por blasfemos.
Alonso Ortiz de Oña, natural de Málaga, · minero de
Tupiza, que había afirmado que Jesucristo no estaba en
la hostia consagrada tan perfecto cotno se hallaba en los
cielos, ni mucho ménos enando en una iglesia se decian
muchas misas a la vez, despues de abjurar
de levi,
fué
desterrado a España por tres años.
Pablo J amingo, arti-llero, dinan1arques, residente en
Portobelo, testificado de mal oristiano i de que acompaña–
ba a las mujeres hasta la puerta de la iglesia
i
no entraba,
no tenia rosario, ni le habían visto confesar ni comulgar,
i
que colgaba sus zapatos de los .brazos ele un cristo,