•
'
1
300
LA INQUISICION DE LIMA
.miento, escribano del Cabildo de Nombre de Dios, lñigo
de Espinosa, sevillano, i varios negros.
Alonso Osorio, correjidor de Arequipa, i el bachiller
Alvaro Sanchez por haber puesto obstáculos a los familia–
res del Santo Oficio.
Por superticiosos i mezclar cosas sagradas
·i
profanas,
Juana de la Paz, mujer pública; Ana Rodriguez, viuda;
Ana Perez de Carranza, hiJa de mulata; Diego Felipe, car–
pintero; Ana María i María de Almendras por guardar
piedras de ara consagradas.
Por lo de la simple fornicacion: Francisco Garcia, merca–
der; Juan Ricardo, Francisco Ra1nos i Diego de Mendieta,
ordenante; por casado dos veces, Hernando Albitez; Alonso
Ortiz, testigo falso; Antonio de Espinosa, presbítero, que
se denunció de haber hablado mal del estado de los frailes.
Fr. Pedro de Serpa, domínico, solicitante ele monjas .en
Lima; Francisco de Castro, presbítero; Fr. Francisco de
Galvez, franciscano, el agustino Fr. Alonso de l\iendoza i
el jesuita Lorenzo Lopez, tambien por solicitantes.
Benito Nicolao, griego, fué testificado de que para asar
una pierna de carnero,
11
sacó la landresilla de ella."
Fr. Pedro Rengel, franciscano, teólogo, que hallándose
en compañía de otros once frailes, había dicho, naquí es–
tanlos doce
y
sabemos por cosa cierta que los mas estarnos
condenados, pida cada uno al Señor no sea de ellos." Al
reo se le calificaron aclemas otras varias proposiciones, por
lo cual tuvo que abjurar
de levi.
Lorenzo de la Peña,
barb~ro,
que porque le quitaban a
su mujer el asiento en la iglesia; habia dicho que si aque-
llo pasaba así, no habia Dios.
,
Pedro de Paz Maldonado, por quiromántico; Gonzalo
de Valencia i Pedro Ruiz de Vilclósola por invocadores
del demonio.
Hernando de Alcocer se denunció de ciertas dudas que
tenia sobre el misterio de la Santísima Trinidad; Fr. Fran–
cisco de la Paz de haber espresado en un sermon que los
pec~dos
que se cometían contra el Espíritu Santo, no los .
perdonaba Dios, i de otras proposiciones; Alonso de .Pra–
do, barbero, que negaba el infierno; i por fin, el agustino
chileno Fr. Juan de Bascones.
'