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LA INQUISICION DE LIMA
rnandava que el dicho ynquisidor,
y
el licenciado
~fo9on
oidor que fué en aquel dicho reyno, paresciesen en esta
corte, a dar quenta de sus vidas,
y
aviéndolo oydo ansí,
un hijo de un Pedro de Cancedo el Galan, que recicle en
la dicha ciudad de el Cuzco, lo escrivió al dicho su padre,
el qual mostró la carta a algunas personas,
y
sabido esto
por el dicho ynquisiclor, los mandó prel}der
y
los tuvo pre–
sos cinquenta dias, de cabe9a
y
de dos piés en un cepo,
y
los condemnó en quinientos pesos ensayados a c.ada uno
de ellos,
y
en seis meses de destierro, por solo aver escrip–
to lo que en la dicha ciudad se dezia, Jo qua] hubiera sido
gran servicio de Dios Nuestro Señor
y
de V. M. y mucho
bien para todos aquellos diehos reynos,
y
se hubieran es–
cusado tantos agravios como el dicho ynquisidor ha hecho
en ellos y los malos exemplos que a dado.
11Yten porque dijo el padre fray Joan de Camargo, fray–
le muy honrrado de la órden de el Señor san Francisco, y
que avia sido guardian en IIierusalem, que el dicho Pedro
de Quiroga conüssario susodicho era frayle, le mandó pren–
der el dicho ynquisidor y tratarle de suerte que murió de
pena, y el dieho comissario declaró al punto de su muerte,
como era verdad que era frayle, y que ansi no avia podido
gozar del canonicato que avía tenido en la iglesia cathe–
dral de la dicha ciudad de el Cuzco, y que dejava sus bie–
nes por vía de restitucion a la dicha yglesia.
11Yten está en aquel reyno el capitan Juan de Fuentes,
y
a mas de cinquenta anños que sirve en el a su magestad
en occasiones de mucha
y~portacia,
aviéndose hallado en
las mas de las batallas que a avido en servicio de V. M.
con cargo de capitan
y
de alferes, y a sido muchas vezes
corregidor de las ciudades del dicho reyno,
y
uno de los
visitadores generales que proveyó el virrey don Francisco
de Toledo, para la visita general que en él se hizo, y visi–
tó la ciudad de Guánuco,
y
su districto, y el dicho virrey
en remuneracion de sus servicios, le encomendó ·cierto rre–
partimiento de ynclios, en la ciudad ele los Chachapoyas
adonde el dicho capitan se
~asó,
con una hija de un Juan
de Nurueña, que reside en ella, y succeclió que un fulano
de Pantoja vezino de la dicha ciudad, devia al dicho Juan
de Nurueña dos o tres mill pesos de ciertas quentas que