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LA INQTJISICION DE LIMA
11Yten, el dicho ynquisidor Ulloa es tan vengativo que
si le ha ofendido alguno en cualquier manera que sea, y
despues, le cae en las manos, lo destruye, con color de que
lo haze por lo que toca a su officio, como consta de los ca–
sos que están refferidos y de otros muchos que se le pue–
den averiguar, demas de lo qual sucedió que haviendo
hido un Gaspar Moreno, en cierto dia de fiesta, a denun–
ciar·de nn don García Ossório a casa del dicho ynquisidor
de cierta palabra malsonante que avia dicho, le mandó el
dicho ynquisidor que luego ·a otro dia accudiese al Sancto
Officio a hazer la dicha
d~nunciacion,
porque el dicho
don García era sobrino de Alonso Ossorio', el qual se la
devia muchos dias avia, y que se holgava que huviesse
caydo en sus manos,
y
por este mismo
rrespecto ~prendió
otra vez a don García y le tuvo con prisiones) y trató
muy mal de palabra por solo averse atravesado con un
sastre que hacia de vestir al dicho ynquisidor.
uYten, mandó el virrey don Garcia de Mendo9a que
ningun negro de los que ay en la dicha ciudad de los .re–
yes pudiesse andar a caballo ni traer armas, con grandes
penas que para ello puso, por los muchos ynconvenientes
que se siguen de lo contrario, y como el dicho ynquisidor
está tan acostumbrado a encontrarse con los virreyes,
y
a
no obedecer cosa que V. M. manda, aviéndose lo susodi–
cho pregonado públicamente por mandado del dicho virey,
se fué al pueblo de Surco, que es dos leguas de la dicha
ciudad, y llevó consigo mucha quantidad de negros a ca–
ballo
y
los hizo jugar cañaf?, y que alanceasen un toro, y
el dicho virrey le ynbió despues de esto una licencia por
algunos respectos que a ello le movieron, para que se en–
tendies_se que no lo avia hecho sin ella.....
uYten, le succedió con el · dicho ynquisidor Ulloa al
doctor Castillo, que de presente está en esta corte, que vi–
sitando al ar<;obispado de la
ciuda~
de los Reyes, co1no
visitador que fué de él, visitó el pueblo de Mala, que está
veynte leguas poco mas o ménos de la dicha ciudad, a
donde le dieron noticia que un Juan de Alconcher, mesti–
zo, que reside en el dicho pueblo, vivia con gran perjuicio
de los yndios y husando éon ellos de sus ritos
y
cerimo–
nias,
y
que estava amancebado con muchas yndias,
y
se