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LA INQUISICION DE LIMA
la real audienéia
y
sus officiales,
·y
con el favor de todos
ellos, y especialmente con el del dicho ynquisidor, no se
a podido alcan<;ar justicia contra él, ni el virrey de V. M.
fué poderoso para traerle a la dicha ciudad de los Reyes,
porque aviéndole sacado de Potosí para este effecto,
y
llevádole al puerto de Arica para ynbiarle, de allí se huyó
adonde se clejava veer, y amenazaba a los que le seguian,
y siendo esto assí como lo' es, se deja bien entender el
gran ynconveniente que se sigue, de que el dicho ynqui–
sidor visite como se le a mandado al presidente e oydores
de la dicha real audiencia .de los Charcas
y
officiales de
ella, y de la real hazienda de V. M., con quien el dicho
Luis García y el dicho Juan Gutierrez de Ulloa an tenido
tantos tratos y contratos siendo el dicho Luis Garcia y
los visitados tan yntimos amigos de el visitador, y avién–
dose valido el dicho ynquisidor y el dicho su hermano, de
los dichos officiales reales y de la dicha real audiencia, y
sus ministros y de el dicho Luis García, en las contrata–
ciones que ansí han tenjdo en la dicha villa de ·Potosí, co–
mo es público y notorio, y el dicho Juan Gutierrez de
Ulloa se salió de la dicha compañía ántes que se acabase
el dicho arrendamiento con su puesto,
y
veinte y seis mil
pesos ensayados de ganancia que se le dieron, dejando
perdidos t.odos sus compañeros, como está dicho, y todo lo
a hecho con la sombra e authoridad de su hermano el yn–
quisidor y el dicho ynquisidor con la de su officio.
11Yten el dicho ynquisidor favoresció asimesmo a Ama–
dor de t;abrera, suegro que al presente es de el dicho Juan
Gutierrez de Ulloa, su hern1ano, en cierto pleito que trató
en la dicha real audiencia de los reyes, con Juan de Soto–
mayor, Rodrigo de Torres Navarro, · Pedro de Oontreras_,
y
Alonso Perez de Cea, mineros ·en las minas de azogue
de la villa de Guancavelica, sobre la venta de la mina rica,
que en ellas tiene el dicho Amador de Cabrera, y para es–
te effecto dió la vara de alguasil mayor de el Sancto Officio,
a un hijo de el licenciado Oartagena·, que fué oydor de la
dicha ciudad, juez de la dicha causa, a fin de tenerle grato,
y de su mano con este beneficio, en el dicho pleito, pos–
poniendo la autoridad de el Sancto
OHic~o
al ynteres de e]
dicho Amador de Cabrera, con cuya hija pensaba casar al