CAPÍTULO
IX
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tercera decia, exurge, Domine, et jvdica cabsam tuam.
De junto a la cruz del pendon estava atado un cofre des–
cerrajado
y
abierto,
y
llegando allí el Santísimo Sacra–
mento, ciertos clérigos
y
cantores, se pusieron de rodillas
delante del sancto cruci:fixo
y
cantaron el hino de vexilla
rregis, que se suele cantar la domínica in pasione, lo qual
causó grande escándalo
y
murmuracion en el pueblo por–
que unos decían que avía sido pasquín que el dicho Gon-
9alo Niño, so color del oficio de comissario que tenia, avía
querido hazer al dicho señor virrey
y
a sus ministros;
otros lo interpretavan, diciendo que los señores del Sanc–
to Officio avían mandado hazer aquello para figura y pre–
vencion de algun gran castigo, otros cleeian que la Inqui–
sicion avia mandado hazer aquello, porque el señor virrey
era un herege, y cierta persona, bolviendo la cabe9a y
nlirando al señor virrey que venia en la dicha procesion,
dixo al dicho rreo
y
a otras personas eclesiásticas, "bibe
Dios que se le van mas colores y se le vienen otrastt, y co–
munmente se entendió
y
dixo publicamente que el dicho
Gon9alo Niño lo avia hecho por mandado deste Sancto
Officio, en lo qual este Sancto Officio fué ofendido gra–
uemente, porque el dicho rreo fué cabsa para que se di–
xesse
y
murmurase todo lo susodicho, e así debe ser gra–
vemente punido e castigado por ello exemplarmente.
u
A
simesmo, el susodieho teniendo por bueno lo que assí
avia hecho
y
para dar a entender que lo había hecho por
horden
y
mandado de este Sancto Officio, preguntándole
ciertas personas que qué era aquello que se avia allí pues–
to, respondió que a él no le tocaba sino el ponerlo allí, que
el declarallo tocaba a esos señores, y que ellos lo declara–
rían si quisiesen,
y
siempre finjió
y
quiso dar a entender
que lo avia hecho por mandato
y
borden cleste Sancto
Officio; porque aunque entendió que comunmente así lo
entendía toda la gente de la cibdad, eclesiásticos y segla–
res, nunca quiso decir palabra ni dar muestra por donde
se supiese la verdad, ántes las dió de que era así
y
que
por borden del Sancto Officio lo avia hecho.
uAsimismo, el susodicho no ostante el atrevimiento
y
delito tan grave que avía cometido con gran soltura
y
descomedimiento, teniendo entendido que lo que assí avia.