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LA INQUISICION DE LIMA
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rras, no tenia necesidad de mas que yrse a la yglesia del
hospital donde estava
y
darse unos pocos de a9otes, y
acostarse o postrarse en la peana del altar, y que luego el
Señor le ofrecía con gran facilidad lo que avía de hazer,
assí de ordenan9as como de constitueiones para la dicha
religion, y que en ella avia de aver religiosos de todos los
estados de la yglesia de f)ios; e dize un testigo que le di- ·
xo el reo questas cossas le fueron rebeladas a la mitad de
sus días, y que assí avia de vivir otros tantos años como
avia vivido;
y
una muger biuda que este testigo dize que
andando el reo en hábito de seglar, por el año de setenta
y uno, la sygnificó que la quería bien, y ·que procurando
ella quel no la viese, de razon en razon, vino a dezir el
dicho reo, la simple fornicacion no es pecado, o no la, ten–
go por pecado;
y
otra muger testigo dize, que en su pre–
sencia
y
de un hornbre, este reo hablando de una ·muger
que avia hecho voto de tomar el hábito de la Concepcion,
que trae el dicho Jqan Yngrato, dixo alabándola, que des–
pues de nuestra señora la madre de Dios, ninguna sancta
ha comprendido lo que la dicha viuda, porque Sancta
Cathalina
y
Sancta Clara mucho hizieron, pero esta nlu–
ger ha de hazer todas las obras de charidad que Dios
manda,
y
que avia de ser una gran Sancta. Examinóse el
conteste, y no dixo cossa,
y
los testigos dizen otras mu–
chas cossas acerca de lo que les con1unicó el reo de las
dichas sus constituciones y religion que avia de fundar y
rentas que avía-de tener, e dizen los testigos que aunque
en dezir las dichas cossas .parece loco, pero que en su ma–
nera de pror-eder no es loco, syno .concertado; y respon–
<.liendo el dicho ·Juan yngrato a la publicacion, dize que
avia t.henido revelacion de hazer religion de la limpia
concepcion de la madre ele Dios,
y
que no avia tenido otra,
y
en lo que toca a las constituciones della, se remitía a
ellas, las quales mostró a muchas personas,
y
como fuesse
religioso o letrado no encubria los dichos papeles, y que
algunas personas le han dicho que eran illusiones del de–
monio, a lo qual él no rrespondia, por no descubrir lo que
tenia en su espíritu, que era lo que avía dado en siete
pliegos de papel que presentó ante nos, en que dize las
caussas que le movieron a escrivir
las
dichas constitucio-