CAPÍTULO V
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y el inquisidor mas antiguo, yendo el Obispo a la mano
derecha. Junto al obispo fué el otro inquisidor, y a la
otra parte del licenciado Cerezuela el oidor mas antiguo,
y luego se seguían los dernas oidores y alcaldes de crímen
y entre ellos el Fiscal con el estandarte, y delante de
ellos los dos Cabildos, yendo un clérigo con un lego, los
clérigos a la mano derecha, y luegos los demas vecinos e
ciudadanos; y de la.n1isma suerte se sentaron en el tabla–
do, en una grada el Virey, Obispos einquisidores, y en
la mesma, de una parte e de otra, los oidores e alcaldes
del crímen e fiscal de el Rey,
y
en otra grada mas baja,
delante de los Inquisidores, el Fiscal con el estandarte, en
1nedio de dos caballeros de los hábitos de Sant.iago e Ca–
latrava, que le acompañaban e llevaban en medio a llevar
el estandarte;
y
en otras gradas que estaban un poco mas
bajas que la de el Virey e divididas de ella y por una
parte apartadas de la mesma pared, estaban los dos Cabil–
doE;, el Eclesiástico a la mano derecha,
y
junto a éste en
otra grada un poco mas atras (aunque mas alta, porque
pudiesen ver) estaban los caballeros de la Cámara del Vi–
rey, y otros caballeros,
los~
que cupieron, estaban en el
mismo tablado, en asientos mas bajos;
y
en el tablado de
los penitentes, que estava en frente, con una puente que
los juntaba, estaban los demas clérigos y los frailes con
otra rnucha gente;
y
en los dos lados, entre estos tabla–
dos, estaban hechos otros muchos con mucha gente. El
obispo predicó el sermon de la fe, y en la puente que es–
taba entre los dos (tablados) salian los penitentes a oir
su sentencias, en parte donde todos los podían ver."
Toledo tenia dispuesto que el alguazil mayor desde la
mañana asistiese a los cadahalsos, ttel qual señaló los asien–
tos a los perlados y principales y demas personas que en–
traron a ver el auto, a algunos en los tablados de los seño–
res Inquisidores y a otros en el de los penitentes, y echó a
los officiales deste Sancto Officio del tablado de los señores
al de los penitentes, siendo hombres de mucha calidad
y
rricos, aunque el dicho Joan de Saracho se lo contradixo;
y
en el cadahalso de los penitentes dió asiento a los que
le paresció, y a los frailes y clérigos del pueblo,
y
se hizo
de manera que quando vinieron los penitentes a él no ha-
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