CAP. XVI- ALGUNOS FRAILES SOLICITANTES
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y
diciéndole el testigo: «¿en qué se parece? hace
milagros?» el reo había respondido que sí hacía.
milagros.»
Habiéndose!e mandado prender con secuestro de
bienes, no se le hallaron ningunos, porque estaba
tullido, enfermo en camn
y
comiendo de limosna.
LleYado, sin embargo, úlas cárceles (Mayo de 1605)
fué al fin condenado
á
que se le notificase su sen–
tencia en la sala de audiencia,
á
que abjurase
de
levi,
fuese reprendido
y
adYCt'tido para en lo do
adelante,
á
que oyese una misa rezada en la capilla
de la Inquisición, en forrnn. de penitente,
y
en un
año de reclusión en un hospital,
Y,
finalmente, Domingo i\1artín Lobo, que servía
en Chile de soldado, de edad de cuarenta y tres
años y que siendo casado en Arequipa, lo hizo se–
gunda vez en el fuerte de Arauco, figuró en el
auto de 13 de Mayo de 1G05, salió
á
la vergüen–
za y llevó cinco años de galeras al remo
y
sin
sueldo.