CAP. XVI- ALGUNOS FRAILES SOLICITANTES
403
estado se le dió su convento por cárcel, mandán–
dole que no predicase ni confesase, y se inviaron
á ratificar las testigos de solicitación, y los frai–
les que deponían de los dichos tocamientos se or–
denó al Comisario los examinase de nuevo, porque
se temió no hobiese sido alguna pasión de frailes,
y ansí lo hizo, y los ratificó y volvieron á decir lo
que habían dicho ante su Prior. Diéronsele en pu–
blicación todos y negó lo que decían, echándose
grandes maldiciones que ora todo falso testimonio,
y concluyó en su causa difinitivamente. Vióse en
consulta con Ordinario y consultores y se votó en
conformidad, que se suspendiese esta causa.3 Eje–
cutóse, porque dos testigos mujeres, ma(\re y hija,
y el uno menor, singulares, no se tuvo por bastan–
te información para condenar, supuesto que estaba
negativo y no es caso el de solicitación de tor–
mento.»
La Orden Agustina, á su yez, hubo de enviar á
la Inquisición á uno de sus más distinguidos miem–
bros, fray Juan de Vascones. Acusado primera–
mente do haber dicho en un sermón que predicó
en Cartagena de Indias que <<San Juan había teni–
do en su concepción más prerrogativa que el mrs–
mo Jesucristo porque á los seis meses tuvo tan
perfecto uso de razón como cuando grande; y aun–
que Jesucristo tuvo eso en cuanto Dios, mas, en
cuanto hombre, quiso en eso conformarse con los
demás hombres.»
Le testificaron también de que en un sermón
predicado en Lima había afirmado «que comenza–
mos primero en el santiguar por la persona del
3
Liln·o 757,
hoja 59.