1.92
INQUISICIÓN DE CHILE
Hé aquí en efecto, lo que uno de los ministros
decía con referencia á Santo Toribio y demás obis–
pos congregados en concilio provincial:
<<Hemos tenido mucha experiencia en este reino
de que generalmente no dió gusto venir la Inqui–
sición á él, á las particulares personas, por el freno
que se puso á su libertad en el vivir y hablar,
y
á los eclesiásticos, porque á los prelados se les
quitaba ésto de su jurisdicción, y á los demás se
les añadían jueces más cuidadosos, y á las justicias
reales, especialmente Virey
y
Audiencias, porque
con ésta se les sacaba algo de su mano> cosa para
ellos muy dura, por la costumbre que tenían de
mandarlo todo sin excepción;
y
así, para que esta
contradicción en sus ánimos se olvidase, y en lu–
gar de ella le subcediese afición y amor, el que á
tan Sancto Oficio se debe hacer, hemos estado
y
estamos muy cuidadosos de que en nuestra mane–
ra de proceder y en la modestía de nuestros mi–
nistros, no sólo no hubiese cosa enojosa, sino toda
afabilidad y concordia, guardando lo que debemos
en lo demás; y con todo este cuidado hallamos
siempre que reparar en unos y en otros tribunales,
que no mirando á lo mucho que Su Magestad les
encomienda nuestras cosas, comunmente las des–
favorecen en lo que pueden, especialmente los
Obispos, no considerando que con la Inquisición
les quitó Vuestra Señoría lo con que más encarga–
ban sus conciencias, pues no usaban de ella sino
en los casos y con las personas con quien con su
jurisdicción ordinaria no podían, y en los que de–
rechamente eran de este fuero hacían lo que en
los demás ordinarios, según hemos visto por los