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INQUISICIÓN DE CHILE
habiendo hecho ciertos decretos y publicádolos, en
que mandaban que los obispos ni otros clérigos
jugasen, sino en cierta cantidad, que no tratasen
ni contratasen por sí ni por interpósita persona,
y otras cosas, so pena de excomunión
ipso (acto
incutrenda~
y de otras penas, nos informaron que
escribieron á Su Magestad ésto que habían orde–
nado, diciendo que para que los demás lo cum–
pliesen se obligaban primero á sí mismos al cum–
plimiento, y desde algunos días hicieron un decreto
ó declaración y renovación en cuanto á ellos toca,
cuya copia será con esta, dándose facultad de dis–
pensar con los demás
clérigos~
el cual decreto
hicieron sin secretari-o, y después se le hicieron
firmar~
sin ver lo que era, para tenelle secreto,
aunque por descuido del Obispo de Tucumán se
descubrió, y por lo que se ve en los más de estos
prelados~
se ha dado causa. para que se diga y crea
fué para acrecentar sus ha.ciendas. n3l
En este concierto general de desagrado que de
ordinario manifestaron los Obispos, debemos ex–
ceptuar al de la Imperial de Chile don fray Regi–
naldo de
Lizárra.ga, que los llamaba ¡cosa al parecer
de burla! «grandes cristianos, de mucho pecho y
no menos prudencia,
dotados po1· el mismo Dios de
las partes requisitas para el oficio!»
Luego de llegar á Lima el Inquisidor Serván de
Cerezuela, el domin go 29 de Enero de 1570 proce–
dió con toda solemnidad á establecer el Tribunal.
Acompañado del Virey, Audiencia y Cabildo diri–
gióse á la Catedral, donde le recibieron el clero y
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Carta de Gutib•J•ez de Ulloa al Consejo, (echa 26 de
.t1
bril
de 1584.