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L.\.S ISL\.s FILIPI?-!AS
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cer ante el Tribunal y la ejecución ele ctiya sentencia
clió origen
á
un escánda lo inquisitorial. En efecto,
después ele
h ~1.bcr
salido de la audiencia el Ordinario
de 1Ianila,elinqni iclor don :Martín ele SotoGuzmán,
ma nd ó al nuncio fu ese
á
ll ama r al reo para efecto de
leerle la sentencia
ccy
proceder á Jo clemá , conforme
á ella, y habiendo precedido esto, cuenta el secreta–
rio Llol Tribunal, salió ele la cámara del ·ecreto
á
la
dicha aud iencia el se t-wr licenciado don José de Oma–
i"ta, inqni sidor flscal de e. te Santo Oflcio, dando vo–
ce
y
gritos,
y
diciendo que no se había de ejecutar
la.didw. sentencia,
y
subiendo las gradas ele dicho
Tribu nal, se llegó muy airatlo
y
enojado al presente
seoor Inqu isidor y diciéndole palabras inju r iosas, Je
clió
á
pullO cerrado en
lo
pecho
grandes golpe ,
con juranwntos de que no se había de ejecutar la di–
cha sentencia>> .
r
Por fin, el P. Francisco Blanco, religioso profeso
de cuarto voto, ele la Compalüa c:le Jesús,_natural de
Snsatü en Ü\·icLlo, ele celad ele cuaren ta y tres aüo ,
denunciatlo en Manila en
1682
y
en
1G83
como soli–
citante. fué enYiado
a
prender
y
llegó al Tribunal en
\.bril
de
1G8G:
recibió por cárcel
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conven to y
r. !Ioja ..¡o del proce:>o de Camacho.
La oposición dd Fiscal se fundaba. aparte de
la enemistad
y
contradicción qu 0 profesaba
a
sus colegas, en que el reo habia
apelado
y
en que el recurso le estaba concedido en ambos efectos.
De modo que tenia razón, aunque, por cierto, no para hacerla \'aler
a
puño cerrado.
La sentencia de Camacho e conftrmó en Madrid por auto de r6
de Octubre de aquel mi mo año.
Camacho era hijo del colegio
y
convento de 1\uestra Señora del
Ro
ario de .\.imagro. Véase el libro citado de Santa Cruz, ¡:ágina
160,
col r.
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