LXXVI
LA INQUISICIÓN
.
que al Tribunal Santo de la Inquisición le podría ser
esto molesto y causa de ··encuentros, tomando 'los
.
ob~spos
por ventura más mano de la que
com~enia;
y
lo 4.
0 ,
,
tener mal remedio los agravios que hiciese
y molestias que diese a.l gobernador y ofici-ales-rea–
les.
El me-dio que parece más eficaz y de menos in–
convenientes es que este cuidado se le diese
á
un
comisario de gran satisfacción, con instrucción acor:..
dada entre·ei serwr Virrey
y
el sancto Tribunal, que,
en sun'la, ftÍese:
1.
0 ,
que ninguno desembarcase ni
persona le
recibie~e,
so graves penas; 2.
0 ,
que él
nó la -diese á ·quien no' trajese licencia de S. M. y
del -Sancto Oficio de la parte donde viniese, y que si
se' dispensase con el maestre ó piloto, fuese dando
muy buenas fianzas de que se volvería
á
embarcar;
"3.
0
,
que lo mesmo . guardase con los que de acá se
van á
embarcar~
examinando la licencia de la Real
Audiencia y d(jl oornisario de cuyo distrito saliese;
4.
0
,,
qüe habiendo de dar licencia para embarcar al–
guna
plata,
fuese co1Y fianza
y
graves penas de que
la llevaría. á la aduana de Sevilla; 5.
0 ,
que con su
secretario y alguaci l mayor se hallase siempre á 1as
visitas ele todos los navíos; 6.
0 ,
que ni p·ara si ni para
persona alguna comprase ni eneomendase cosa, so
pena de privación ele oficio, ·ni la pudiese recebir, etc.
Segundo medw. Es muy conveniente que en la
Asumpción haya comisario, p0rque el de Buenos
Aires no puede subir por alli; y lo segundo, porque
todos los que entran por Sánt Pablo llegan alli y no
les faltan medios para escaparse, y no basta comi–
sión del comisario ele Buenos Aires, como agora la
tiene el padre Diego González, hermano. del señor
inquisidor Becerra, porque es para cosas partícula-