LX1V
-
LA INQUISICIÓN
bula de la cruzada no los puedan absolver, porquél
la suspende como comisario de la Cruzada, no lo
siendo, porque en las provincias de Tucumán no se
ha publicado la dicha bula ni ha entrado allá, y el
suspenderla y que no valga nada ni les
pu~dan
ab–
'solver por ella, es negar el poder del Sumo Pontífi–
ce, ques terrible caso;
y
á,
todas estas cosas que hace
y dice, yéndole yo
á
la. mano á muchas de ellas
responde: «que no se le da. por el Santo Oficio ni por
el Rey, porquél no tiene otro juez sinó el Papa, aun–
que fuese hereje,
y
que le pidan antel Papa, y que
vayan á Roma, porque acá no tiene juez ni nadie
tiene que ver con
él.llItern, en enojándole alguno, ó estando mal con él,
luego le cita para el Santo Oficio
y
le amenaza para
el Santo Oficio, y saca de la capilla un papel y lee el
~olo:
«Nos, los inquisidores, contra la prava seta, et–
cétera., » y luego lo vuelve donde lo tenia, sin leer
más, y dice por otra parte qtie se tiene por deshon–
rado de ser comisario del Santo Oficio, y que todos
los inquisidores pueden serstls eriaclos, y á mí, por–
que le dijeron quel Gobernador estaba bien conmi–
go, me dijo: «quél buscaría un tesligo contra mí,
y
que con un solo testigo, cuando otro mal no me pu–
diese hacer, haría que
rno
llamasen los señores in-
- quisidores, y que con esto me destruiría, pues que
era amigo ele Lerma;)) y esto digo para que,
aunqu~
esté mal conmigo y escriba y haya escripto contra mi
lo quél quisiere, con falsedad, no rne mueve á decir
lo que arriba tengo dicho, pasión, sinó el temor ele
Dios y descargo de mi conciencia, y juro
in verbo
sacerdotú;
que lo que aquí tengo dicho es la .verdad,
y
lo
firmé.~Bachiller
Diego. Pedrero de, Trejo.–
(Rúbrica).