EN EL RÍO DE 'LA PLATA
149
su Madre Nuestra Señora la Virgen Maria,
y
au~que
trataba de la Escriptura, siempre se excusaba
·d.~
to–
mar enJa boca el nombre de Jesús ni de San Pablo
ni de ninguno de los demá.s doctores de la Iglesia ni
del Testamento Nuevo, tratando siempre de los del
Testamento Viejo,
y
que su ordinario decir era:
«Loado Dios; el Señor del cielo sea bendito; qué
grande es el Dios de Israel, Abraham, Isaac y Jacobh>
y que no tenia rosario, ni oía misa, ni se confesaba
ni comulgaba, y que aborrecía el estado perfecto de
continencia ,de religiosos y monjas, y que tenia por
enemigos los cristianos y que había vivido escan–
dalosa y libremente en anl<mcebamientos, usuras y
logros.»
Habiendo ingresado en cárceles seeretas el 27 de
Junio de 1622,
á.
mediados de 1625 fué condenado
á.
tormento, «y habiéndosele ligado los pies y las ma–
nos y puesto la cincha, se afligió de manera que no
podía hablar palabra y pareció que quería expirar,.
cubriéndose de sudores feios, y .dijo que quería de–
cir la verdad, y ,que había hecho cuanto estaba en
los capítulos y que, desatado, diría la verdad, y di–
ciéndole que la dijese, pidió le quitasen ele delante el
ministro, porque verlo le causaba sudores de muer–
le, y, habiéndole mandado salir, .dijo· ... »
Todo esto no le tal'ió, sin embargo, para que fue- ,
se relajado·en persona
á
la justicia
y
brazo seglar,
oon confiscación de bienes, habiendo así perecido en· ·
las llamas el referido domingo 21 de Diciembre de
1625.
En auto partic"Ular de 17 de
Ago~to
de 1635 y para
desembarazar las cárceles atestadas con los reos q1:1e
se llamaron de la complicidad grande, fué peniten–
ciado, entre muchos otros, Francisco Mexía-Mirabel,