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~Ji ~trito
que cela en
y
e ·tuvio en
á
la mira «cun el
mayor. io·ilo
y
vigilancia
obre la introducción del
cxpr .:.ado impre ·o,
y
que
cncargucllrc~pectivamcnte
la mi.-:JtH1
igilo. a atención
y
vigilancia
á
lo minis–
tro
lcl
'anta Oflcio del distrito de . us comi arias;))
«y
que n ca o que adquirieran noticia, ag regaban,
de haberse introducido algún ejemplar ó ejemplares
lel r
f
rielo imprc ·o que le recojan,
y
exami nen á
Jo.
uo-eto. en cuyo poder e halla en, haciéndoles
expre arel modo con que llegaron
á
su poderdichos
intpre.·o.·
y
cuanto
a conducente
á
la averiguación
ele la printcra mano qne al icron;))
1
pero en cuanto
á
{le cubrit· alguno no
fué
po ible.
K
o con ten tos con e La medida
dirigieron oficio
para e l mi mo
intento al Iuquisidor General
y
al
upremo Consejo.2
Parecía natural qnc para el descubrimiento del
libro . e hubie e tomado el camino aco Lumbrada de
publicar edicto mandándole recoger; pero los inqui–
sidora · no e atrévieron
á
hacerlo en este caso, por–
que «podía, expre aban, dar oca,·ión
á
algún fermen–
to, llamando la atención de los libertinos, que nunca
faltan en las repúblicas, para propagar con este mo–
tivo sus perversas ideas .))3
A mediados ele 1802 mandaba el Tribunal de Car–
tagena recoger el
Segando jueg() histórico de cartas,
que era un compendio de la historia · ele Francia;
el
Cuadro histórico
y
politico de la Europa
y
el
r.
Auto de 23 de diciembre de 1794.
2.
Carta de 23 de enero de 1795.
3. Carta al Consejo de 23 enero de 1795, diversa de la prece–
dente.