EN CART \.GENA DE INDIAS
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de pro' incias
y
tan ll ena de regalos corno pud iera
tenerlos un ' irre); asíduo asiste.nte á las casas de
juego, se entretenía. en ellas en citar las cartas acor–
d adas qu e podían desacreditar al inquisidor Quirós .
«Todos lo cohechos y fal sedad es, decía uno de los
comisarios, nacen dos te secretario; las ocasiones de
rompimiento y chscordia co n las jus ticias seglares;
y
finalmente, señor, concluía n denunciador, mien–
tras él
e~
tu viese en esta ciudud, ni habrá unión en
el Tribunal, ni el pueblo so ballará sin un demonio
que á todos los inquiete y traiga en guerra viYa,
como
o e tá experim entando». El secretario don
Mateo do León y Sorna os g ran caballero y más
tonto )) ...
1
Ante e. tas diYisiones do sus jefes, los empleados
del Tribunal se veían en la situación más embarazosa
que cabe, sin saber á quien all egm·so . Al alcaide le te–
nía amenazado Quiró
por haberse retirado
de
su
casa; el receptor don Pedro Calderón, que Jlevaba
Yointo ailos en su oficio, temía por in stantes Yerse
perseguido por el Fiscal á causa do , u amistad con
Gómez Mior, llegando
á
decir al Consejo que los
hombres de bien que figuraban en el Santo Oficio no
parece que servían sinó ele «blanco á los inquisido–
res
y
flscales que aquí Yionon cada día, exclamaba,
por los temas
y
discordias que se originan entre
ellos por lo que aquí es bien notorio y que yo no púedo
referir por no entrorneterme á ser cronista de lo que
no me toca .»2 «Yo no pu edo excusarme, decía otro,
1.
Carta de Fr. J uan Cabeza de Vaca, 3o de enero de
167g.
2 .
Carla de
22
de mayo de
r681.