XIII
podrían alegar tpdog los hombres
y
ent6nccs
~l ~ilá- '
_gro
sería ta.n nataral como la salida del soL Por oti·a
_parte, si no hu?iesemos de creer ·Jrino lo que vemos,
muy escaso sería el ,número de nuestros conocimien–
tos,
y
la historia toda . quedaria · reducida
á
mera
fá- '
bula.
·
.
·
Nonecesitamos
ir~sistir
mas sobre la existencia de los
milá.gt~os; ·
púo debemos pl·eguntarnos
~i
es ó no
cie~to
.
que laIglesia,
al
aceptar- los. milá.gros, los acepta sin
·
discernimien~o.
La rt}spuesta no puede ser dudosa. La
única difertmcia,
e~
esta parte, entre la conduota de la
Iglesia
.y: .
la dejos
incréd~los,
consiste én que estos .re- ·
. chazan .
á
priori,
y
sin exámen todo lo que tiene, q.n ca–
rácter ·
sobrenatu~al;
en tanto que aquf)la. .nada acep-.
ta· sino despues de un sério exámcn, fUndado en los
principios de la·mas estricta crítica. La Iglesia lleva su
escrup\HosÜ}!J.d hasta donde sea posible: los mas gran:–
des escépticos no tomarían
m~s
precausiones que ella,
para cerciorarse del .oríjen de un _hecho que se presen-–
ta
á,
su exámen con caractéres sobrenaturales.
. Basta tener presentes los procedimientos que prece–
den
y
se requieren para declarar bienaventurado
á
un
siervo de Dios.
y
que se encuentran enumerad·os en el
célebre tratadou de Benedicto XIV acerca de la beatifi–
?acion
y
canonizacion de los Santos. La Co.ngregacion
de R.itos, que es la que se ocupa de estos.
asunto~,
ha–
ce formar inmensos e·xpedientes, en los que se discu–
ten sucesivamente todas las informaciones de los
t~tigos oculares, todos los pareceres de lo3 teólogos
y
na–
turalistaa acerca de loe milagros,
y
se trata. de reso:-
. ver
laa
fuertes
y
numerosas· objeciones que hace el lla–
mado ((ahogado 9-el diablo,• el que es siempre uno de
los mas grandes sábios de Roma. Son, pues, tales ,
y
tanta.s . las ·precauciones que se t,oman, que, aun hm:ña–
namente,
~ería
difícil equivocarse, aunque presoindie–
sem_os :4tila.
e.apeci~l . ~~t,epQ~a
del
E~píritu
Santo, pro-
metida·:;
á
h" Iglesia\. _,,.
·
·
.
.
Por
lo demás,
hé
~uí
la norma que la _Iglesia traza