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VIII

El cristiano del siglo XIX rara.vez tiene que temer

la renovacion de las sangrientas persecuciones de los

primeros siglos;pero en cambio tiene que soportar sa.cri–

:ficios incruentos,quizás ruas dolorosos. Hoy,

á

todos los

que saludamos

y

nos rodean

4

les oímos decir que son cris–

tianos; y sin embargo, esos mismos y no otros son los

perseguidores de los cristiános verdaderos.

.Ellos se lla–

man cri tianos; pero es porque consideran

á

J esucristo

solo como jefe de

b

ma.s sublime escuela de Filosofía,

mas no porque lo crean Dios, ni divina la sociedad que

dejó encargada de contipuar su obra. Para ellos no hay

. sino razon

y

natura,lcza, y

manifestacione~

mas

6

ménos

sol'prendentes de una

y

otra. Lo

sobrenat~tal

no es IJara

ellos sino lo deS((')llOCido,

y

én

manera a.lguna,lo que es–

fuera de la.

n~uraleza

y que Dios realiza cuando le

place. Así es, que cuando nos prescnta.mos ante ese mun–

( o naturalista, diciéndole:-"

He

aq~~í

la ?Jvft;la

t;e un

Santo!

esto es, he aquí lo sobrenatural encarnado en

un mortal , en uno

ele

nuestros hermanos, ese ·mundo

nos responde con una descomunal careajada:-" Lo so–

brenatural! los Santos! exclama.: leyendas de las mil

y

una

noch.es,

que

la.

Igl,esia cuenta al pueblo ignoran–

te

y

f aná,tico, para continuar esplotá,n.dolo ! Gracias

á

Dios,

, q~w

estamos en el siglo de la luf y la emanci–

pacion,

y

no hemos de ser víctimas de tales · superche–

rias!»

Aunque ·las ·vidas de los santos no se escriben pa.ra

lo.s

incr~du1os,

que no admiten la existencia dé otro

horizonte mas allá, del que pueden divisar sus ojos,

y

antes bien, so ,dirijen

á

los fe.rvientes cristianos, .. que

saben· por esperiencia cuan reales son los prodigios· que

la gra.cia puede operar en las a.lmas; sin embargo, sea

para que estos sepan refutar los argumentos de aque–

llos,

ó

para convencerlos directamente, creemos conve–

niente hacer aquí algunas reflexiones acerca de la

vi–

da de los Santos en general

y

de la madre Antonia en

particular.

La historia de· los Santos es la h1storia de

-lo so,